Adiós a un librepensador

Jesús María Sanchidrián
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Fallece Jesús Arribas, escritor, historiador y editor

Adiós a un librepensador

Es miércoles 20 de octubre y acaba de fallecer Jesús Arribas. Contaba 81 años y nos ha dejado una de las figuras comprometidas más representativas de la cultura abulense. Doctor en Filología Española, catedrático de Secundaria, profesor asociado de la Universidad Autónoma de Madrid, ensayista y editor. Colabora con sus escritos y reflexiones en revistas como Árbor, Crítica, Educación Abierta, Enseñanza, El Cobaya, Escuela Española y Tabiya, y en el Diario de Ávila. Formó parte de lo que llamó nueva 'generación de historiadores de Ávila y sobre Ávila' (Carmelo Luis López, Tomás Sobrino, José Belmonte, Gutiérrez Robledo, Serafín de Tapia, Gonzalo Martín, Ferrer García, Ser Quijano, Montalvo Antón, etc) con los que compartió espacio en la Institución Gran Duque de Alba. Singularmente, dedicó su escritura a los personajes que iluminaron la historia abulense: «concretamente me he interesado por Gonzalo de Ayora, Fernández Valencia, Lope de Vega, los Zahonero, Ciges Aparicio, etc.». 

Jesús Alberto Arribas Canales (1940-2021), fue un abulense que nació en Pradosegar en 1940. Estudió dos cursos en el seminario de Arenas de San Pedro cuando tenía entre 10 y 13 años. Aquí, en el Palacio del Infante Don Luis, «aprendí el hábito del estudio y la base para la investigación». Los recuerdos de esta etapa, los recoge con cariño en el libro Vivíamos en un palacio (Caldeandrín, 2021), donde también redescubre renombrados personajes cortesanos que por allí pasaron –Ventura Rodríguez, Goya, Boccherini, etc– sin que lo supieran los seminaristas. Hizo el Bachillerato en el Instituto de Ávila: «En la memoria reviven ahora los recuerdos de veinte años después, cuando los estudiantes no nos conformamos ya con la entrada del Instituto [donde aplastábamos la nieve formando un patín de cristal], sino que convertíamos en pista de patinaje toda la bajada de Vallespín, aceras y calle, para contemplar desde los balcones los pasos azarosos del de Lengua, la de Química y el de Historia, pendientes de no romperse la crisma». Sus padres eran funcionarios y la familia vivía entonces en la calle Caballeros 12. Después de superar el curso de preuniversitario pasó a engrosar la generación de abulenses que llamó de 'extramuros', la que no pudo estudiar ni trabajar aquí. En Madrid, estudia Románicas en la Universidad Complutense, atraído por los profesores Dámaso Alonso, poeta lingüista, y Francisco Rodríguez Adrados, filólogo, entre otros. 

Acabados los estudios universitarios se dedica a la enseñanza y en 1991 obtiene el título de doctor con la tesis: Antonio de Cianca y su obra: Historia de la vida, invención, milagros y traslación de San Segundo, primer Obispo de Ávila, recogida luego en sendas publicaciones (Antonio Cianca: Historia de San Segundo, 1993; e Historia, literatura y fiesta en torno a San Segundo, 2002). Fruto de su pasión investigadora son también las ediciones críticas de la Comedia de San Segundo, de Lope de Vega, (Caja Ávila,  2002), y de la crónica Ávila del Rey. Muchas historias dignas de ser sabidas que estaban ocultas, de  Gonzalo de Ayora (Caldeandrín, 2011). Y en esta tarea, en 1984 nos descubrió la literatura y compromiso de Manuel Ciges Aparicio en La narrativa de testimonio y denuncia (Ed. Novecientos, 1984), donde reivindica la figura del escritor  amigo de Azaña que fue gobernador civil de Ávila y que aquí murió fusilado en 1936. Quizás el idealismo político que le costó la vida a Ciges Aparicio, fuera uno de los acicates que llevara a Jesús Arribas a presentarse como candidato a senador por Ávila  en 2011 dentro de las filas del partido Unión, Progreso y Democracia.

Su verdadera vocación fue la de escritor: «siempre quise escribir literatura». Y como decidido escribidor, en 2009, abrió en internet un jugoso blog (http://elblogdejesusarribas.blogspot.com/) que era su confortable espacio creativo de libertad, en el que etiqueta: 'Cosas que pasan', 'Escritores y escribidores', 'Ávila para perplejos', 'Ávila de memoria', etc. A ello une su «activismo» editorial que comparte con su compañera Mayda Anias y funda 'Caldeandrín Ediciones – Librería Anticuaria': «más por darnos gusto como editores y por intentar dejar algo interesante para la memoria que por hacer negocio, que sabemos que no vamos a hacerlo». Y en la calle Reyes Católicos, que antaño tenía el nombre de Caldeandrín que ha tomado prestado, abre el nuevo establecimiento, y en esta misma calle también fija su residencia. Con este sello publica Ávila de memoria. Conversaciones con José Belmonte (2009), representante de la historia viva de Ávila. Sigue la publicación la Crónica de Ayora escrita en 1519: «título muy importante para conocer la historia de Ávila, en el que se rescatan realidades antiguas en muchos casos olvidadas», dice.  

En 2011, sale a la luz la novela Tulipa, de Mayda Anias, quien es autora y editora a la vez y cuenta la historia de la isla de Cuba y desde los últimos años de la colonia hasta el primer tercio del siglo XX.  Nuevos títulos se suceden, como el libro de cuentos Siete entre cuatro, con relatos de Juan Martínez de las Rivas, Mayda Anias, el propio Jesús Arribas y Miriam de Castro: «una apuesta por la brevedad, la intensidad y la diversidad frente a la narrativa extensiva». 

También en su labor editorial nos descubrió en 2016 la obra del escritor abulense José Zahonero, a quien antes había presentado  en un original formato desplegable ilustrando el cuento El borriquito de Mingorría, y luego con la publicación de las novelas El señor obispo y Testavana, dos visiones contrapuestas de la ciudad de Ávila, igual que antes lo había hecho con la publicación También, se sumó a causas nobles publicando un conjunto de relatos escritos por mujeres abulenses con diagnóstico de cáncer de mama que cuentan sus experiencias a lo largo de años y que han logrado sobreponerse a la enfermedad. Voy a seguir escribiendo hasta que se me terminen las ideas. Pero siempre tengo más y más (2015), de Mónica Rodríguez en edición bilingüe, es otro de los títulos a los que se añaden: Vida, muerte, milagros y fundaciones de la Madre Teresa de Jesús. Compuesto en quintillas (2015), de Pablo Verdugo; la novela El Asturiano (2016), de Fernando Ortega, sobre el telón de fondo de la Habana; La fuerza de lo cotidiano (2016),  de Monika Martínez de las Rivas y Jacobo Woyton, un libro de fotografías en blanco y negro sobre la cotidianidad en ciudades europeas; Quaterniones (2018), donde se rescatan los papeles del arqueólogo Emilio Rodríguez Almeida; Cuando salí de Cuba, donde se recoge una amena colección de cuentos; Estampas color sepia, de Carlos Sánchez Pinto, sobre aspectos de etnografía abulense que vivió su autor; De ayer y ahora mismo (2020), poemas de Carlos Sánchez Pinto; y una edición facsímil de El Porvenir Avilés. El primer periódico de intereses materiales, de industria, literatura y arte de Ávila (1852-1853) que dirigió Antonio Zahonero Robles, precedido de un valioso estudio introductorio del propio Jesús Arribas. 

El último título de Caldeandrín fue el libro de memorias de adolescencia de Jesús Arribas Viviamos en un palacio (2021), donde desnuda de forma brillante esta etapa de su vida que fue el germen de su posterior trayectoria vital tan fecunda para las letras abulenses. 

En su efervescente labor literaria, Jesús Arribas no sólo ejercía de crítico editor junto a Mayda Anias, sino que ambos compartían este rico acervo y querencia libresca en los medios y redes sociales, así como en presentaciones públicas que se prodigaban en la Biblioteca de Ávila, en el Episcopio, y en el Museo de Ávila. Todo un alarde de difusión historiográfica, sin olvidar su participación en homenajes al historiador José Belmonte, al pintor Pablo Sansegundo y al arqueólogo Rodríguez Almeida, por ejemplo.  Ahora, no queda otra que apostar y defender su legado.