El cambio de la situación del confinamiento perimetral de Castilla y León al de cierre perimetral conjunto de las provincias de Ávila y Segovia, que entró en vigor este viernes y que en principio estará en liza hasta el día 3 de diciembre, ha obligado a introducir algunos cambios en la distribución de los controles que vienen realizando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para vigilar que se cumpla la normativa. 

El subdelegado del Gobierno de Ávila, Arturo Barral, explicó ayer que la Guardia Civil de Arévalo se iba a sumar al operativo para controlar las entradas y salidas hacia Valladolid y la zona norte de la región como León o Zamora, provincias que a partir de este viernes, como el resto del país salvo Segovia, tienen limitada la movilidad con Ávila salvo para las excepciones estipuladas en el decreto, como la asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios, el cumplimiento de las obligaciones laborales, la asistencia y cuidado de mayores y menores o el retorno a la residencia habitual, entre otros.

La base de Arévalo se iba a sumar, de esta manera, a los controles que ya se vienen efectuando en las conexiones con Salamanca y en las carreteras que comunican la provincia con Madrid, principalmente en el Valle del Tiétar, la zona de Cebreros-El Tiemblo y el entorno de Las Navas del Marqués. «Nos preocupa especialmente la conexión con Madrid», aseguró el subdelegado del Gobierno, quien aquí apuntó que la vigilancia en la AP-6 corresponde a la Guardia Civil de Segovia, por ser la provincia que limita con la Comunidad de Madrid.

Arturo Barral también detalló que los efectivos que se encargarán de los controles seguirán siendo los mismos, pero se repartirán entre los distintos puntos habilitados. «Afortunadamente la plantilla de la Guardia Civil está prácticamente al cien por cien, en torno a los 640 efectivos, porque todavía no han empezado las vacaciones ni hay grandes bajas por la COVID-19».

Sobre el grado de cumplimiento del confinamiento perimetral, el subdelegado detalló que en la última semana se registraron 45 denuncias por infringir esta norma en el conjunto de la provincia, 4 de ellas en la capital. «Entre Policía Nacional y Guardia Civil controlaron a 2.802 personas y 2.251 vehículos en 217 dispositivos», detalló Barral, quien señaló que, aunque el número de controles y denuncias es bastante estable después de que solo en el primer fin de semana registraran 45 irregularidades «en un día», en la semana anterior las infracciones detectadas habían sido el doble, 90. 

Los controles policiales para vigilar que se cumpla el toque de queda nocturno (decretado entre las diez de la noche y las seis de la mañana) también está dejando denuncias. En la última semana han sido 35 en la provincia, 10 en Ávila.