Aunque en los últimos meses solo se escuche hablar de la covid, lo cierto es que las enfermedades 'más comunes' siguen siendo parte de nuestras vidas y también de los planes de prevención. Es por ello que este mismo martes comenzó en Ávila la campaña de vacunación contra la gripe, que es cierto que también por la pandemia se realiza de manera diferente.
Luis González Maroto, jefe del Servicio Territorial de Sanidad, explica que los primeros compases de esta vacunación se realizaron sin problemas, comenzando a administrar las vacunas en el Centro Infantas Elena y Cristina y en la residencia de mayores de la Junta en la capital abulense. En estas residencias se administraron 250 vacunas, a las que estaba previsto unir ayer otras 146 en las de Vistasol y Cuida Catedral.
Fueron los primeros pasos para poner estas vacunas, que primero llegarán a todas las residencias y que luego ya serán para la población de más de 70 años, de más a menos edad, con la previsión de comenzar alrededor del día 4 de noviembre, según se vaya desarrollando la vacunación en residencias.
Otros años, cuando la covid-19 no estaba presente, era una vacuna que comenzaba primero con los más vulnerables, de más edad y grupos de riesgo, y se hacía a través de los centros de salud. Ahora «ha cambiado esta dinámica», entre otras cosas porque se compaginará la vacuna de la gripe, e incluso el neumococo, con la tercera dosis de la vacuna contra la covid en mayores de 70 años, lo que no ocurre en las residencias donde ya se cerró todo el proceso de las tres dosis.
En el caso de los grupos de edad, siempre por encima de los 70 años, lo que se hará son llamamientos por edades en el hospital Provincial o, en el caso de la provincia, en las cabeceras de las demarcaciones buscando espacios amplios donde se puedan hacer los correspondientes llamamientos.
Después de la vacunación de los mayores, en referencia a la vacuna de la gripe, llegará el momento de grupos vulnerables como enfermos crónicos, sanitarios, sociosanitarios o del ámbito educativo para que sea lo más mayoritaria posible.
En general, reflexiona el representante de sanidad respecto a la aceptación de la vacuna de la gripe, con la población «de más edad los índices de vacunación son mayores», el año pasado con un 97 por ciento en institucionalizados o un 77,5 por ciento en uno de los grupos vulnerables como son las embarazadas, con datos de Castilla y León.
Lo que es una incógnita es cómo llegará la gripe este año, teniendo en cuenta que en el pasado «circuló muy poco» por lo que hubo menos contacto y una inmunidad más baja dado que el pico estuvo en 16 casos por 100.000 habitantes y el umbral de epidemia está en 50, a lo que no se llegó. Pero también es cierto que, debido a la covid, se han adquirido una serie de actos que son buenos para paralizar o bajar la transmisión de una epidemia de gripe como es el caso de mascarillas, evitar aglomeraciones, distancia de seguridad o más frecuencia en el lavado de manos.