El Ayuntamiento de Ávila trabaja sobre la base de una posible apertura de las dos piscinas municipales de la capital abulense para este verano (la de la Ciudad Deportiva de la zona sur y la del complejo Manuel Sánchez Granado), pero de momento la decisión está pendiente de cumplir con las condiciones que se han marcado desde las autoridades sanitarias sobre estas instalaciones.
De momento lo único que seguro es que para que las piscinas se puedan abrir la capital abulense tiene que alcanzar la fase 2 de la desescalada (actualmente se encuentra en la 1) y adaptarse al protocolo que ha elaborado el Ministerio de Sanidad ante la reapertura de estas instalaciones en todo el territorio nacional, que principalmente marcan una reducción del aforo y numerosas medidas de desinfección y limpieza.
Sin fecha conocida para la posible inauguración de la temporada de baño en la ciudad, todo hace indicar que con respecto a otros veranos, en los que se solían abrir las puertas de las piscinas hacia mediados de junio, en esta ocasión puede haber algún retraso tanto por la necesidad aún de pasar de fase como por la adopción de las pautas que marca el protocolo ministerial, elaborado con el objetivo de «mantener un adecuado nivel de higiene en las instalaciones y un correcto tratamiento del agua para asegurar que la piscina sea un lugar seguro tras su apertura».
Esas medidas comienzan con la pauta de que «el acceso de los usuarios a las instalaciones se realizará teniendo en cuenta su aforo y siempre respetando la posibilidad de que dentro de la misma se asegure una distancia preventiva mínima de al menos 2 metros. Estas medidas se aplicarán especialmente en la zona de recepción, los vestuarios y duchas y guardando la distancia entre taquillas mediante el cierre de algunas de ellas».
El Ministerio aconseja como medida restrictiva de aforo «al menos doblar la superficie por persona en los espacios al aire libre y triplicarla en los espacios cubiertos», indicando que «estas medidas son indicativas, dependiendo de la configuración de la piscina y de la zona pública podrán establecerse medidas más restrictivas para asegurarse el distanciamiento social. Para el acceso, dibujar o colocar bandas en el suelo de recepción que marquen las distancias mínimas entre personas (2 metros) que esperan en el mostrador» y «poner las mismas indicaciones de mantener esa distancia en la puerta de entrada».
«Una vez completo el aforo establecido, el usuario no podrá acceder a la instalación hasta que no salgan otros usuarios», se apunta desde Sanidad que obliga que haya elementos «para la desinfección de manos a la entrada de la instalación» y «recomienda incorporar un sistema de limpieza y desinfección de calzado a la entrada de la instalación y uso de calzado exclusivo dentro de la misma». Además, «todos los objetos personales de los bañistas como toalla, botes de crema, calzado de uso exclusivo para las piscinas, mochilas, etc. deben permanecer dentro del perímetro de seguridad establecido, evitando contacto con el resto de usuarios».