Universidad Valladolid.

Burgoa (19), Manuel García (6), Heras (4), Alberto García, Segura (13) y Padrones (6) –quinteto inicial- Cano (3), Encinas (4), Gago (2) y Alberto García (12).

Hereda Ávila Auténtica.

Izquierdo (19), Ndiaye (7), Alejo Rodríguez (2), Guillermo Rodíguez (15) y Vukcevic (9 -quinteto inicial- Talamino, Herrera (15), Villalba (4) y Callenbach (4).

Árbitro.

Cubero Rodríguez y Sánchez Tardaguila.

Sin eliminados.

Parciales.

18-20/ 15-14/ 12-18/ 24-23

Incidencias.

Encuentro correspondiente a la jornada 26 de la Liga EBA disputado en el Pabellón Fuente de la Mora. 

El Hereda Ávila Auténtica El Bulevar acaricia la permanencia en la categoría tras imponerse en un partido muy ajustad al Universidad de Valladolid. Segunda victoria de la temporada fuera de casa para los de Carlos Osvaldo Gómez en una salida que tenían marcada en rojo para el futuro del equipo. En un partido a cara de perro, los verderones supieron ponerse el mono de trabajo durante todo el duelo y sufrir en los peores momentos hasta llegar a un final de enfrentamiento a cara o cruz donde exhibieron mejor criterio y la moneda cayó de su lado. Tienen la salvación a un palmo. La salida dentro de dos semanas a la cancha del Claret será ya definitiva.

Un parcial inicial y rapidísimo de 0-4 gracias a las primeras apariciones de Guillermo Rodríguez y Vukcevic suponían un gran comienzo de partido más allá de que los pucelanos contestaran con un primer triple de Burgoa, porque el equipo había entrado muy intenso a un duelo trascendental y eso resultaba muy valioso. Que el propio Burgoa remontara poco más tarde con otra de tres (8-6) no puso nervioso a un Hereda Ávila Auténtica El Bulevar muy enchufado y aguerrido que también acertaba desde el perímetro con Izquierdo o el mismo Guillermo Rodríguez. La primera mitad del cuarto se jugaría sin hacer prisioneros y la igualdad provocó que el marcador bailara a uno y otro lado sin descanso (15-14), pero entonces un segundo buen parcial visitante de 0-5 abrió una brecha que incomodó mucho a los universitarios, pues de ahí al final del cuarto desaparecieron en lo ofensivo y sólo un nuevo triple en el último minuto les permitió no ceder ventaja (18-20 con 4/10 en triples locales por 2/4 visitante).

Un nuevo triplista local como Segura inauguró el marcador en el segundo acto y no tardó en hacer un segundo consecutivo, pero el Hereda Ávila Auténtica El Bulevar no se ponía nervioso y Herrera también anotaba desde lejos. Los locales apretaron duro en esta fase ante un rival poco acertado (29-25 , minuto 15) pero el equipo de Carlos Osvaldo Gómez supo ponerse el mono de trabajo y pese a la incomodidad ofensiva que sentía consiguió defender con mucha intensidad y, especialmente, minimizar el poderío vallisoletano en el rebote, algo que le había costado no pocos disgustos hasta entonces. El Hereda Ávila Auténtica  El Bulevar remó y remó, secando a un conjunto pucelano desesperado que ahora no tenía le auxilio del triple, y en el tramo final consiguió ponerse de nuevo arriba para alcanzar los vestuarios con todas sus opciones de victoria intactas (33-34).

El recuerdo en el CUMCarlos Sastre, donde venció el Hereda Ávila Auténtica por una holgada ventaja de treinta puntos (91-61) quedaba atrás y en el regreso al parqué los de Carlos Osvaldo Gómez volvieron a la carga con mayor energía si cabe. Todo ello pese a unos primeros minutos de dudas (40-36, minuto 22), que provocaron la reacción de los abulenses. Así, comandados por un Herrera enorme, le dieron la vuelta al luminoso con un parcial de 0-8 y obligaron por enésima vez a los pucelanos a hacer la goma, con todo el desgaste físico que ello implicaba y más a esas alturas de partido, lo que se dejó notar en el tramo final. A la conclusión del tercer cuarto 45-52.

El último acto se jugaría de poder a poder y con cada equipo usando sus mejores armas (51-59, minuto 32), pero ni los triples locales ni su poderío en la pintura consiguieron rebajar la intensidad de un Hereda Ávila Auténtica El Bulevar dispuesto a sellar su permanencia en la categoría pese a sufrir lo indecible (59-59) y verse obligado (68-69, minuto 38) a jugárselo todo a cara o cruz en un final de infarto (69-75).