Una riada deja daños materiales en Santa Cruz del Valle

Mayte Rodríguez
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La tormenta caída en el pinar quemado este verano, sin cubierta vegetal debido al fuego, arrastró piedras y árboles hasta el municipio, que permanece sin agua corriente

Los vecinos de Santa Cruz del Valle todavía no se han repuesto del tremendo susto con el que comenzaron la semana. La tormenta que cayó en la madrugada del domingo al lunes en la zona alta de su término municipal, un pinar que resultó afectado por el incendio originado allí a primeros del mes de agosto, acabó en una gran riada que arrastró hasta el pueblo piedras, árboles y otros elementos de grandes dimensiones que, sumados a la fuerza con la que bajaba el agua, inundaron dos viviendas y parte del casco urbano. 

Las imágenes que ilustran estas líneas permiten hacerse a la idea de los daños ocasionados por la tormenta, si bien no ha habido consecuencias personales más allá del disgusto de los vecinos cuyas casas se han visto afectadas en su interior. 

«De la montaña que se quemó este verano ha venido un fuerte arrastre de piedras y árboles», explicó a este diario Enrique Rodríguez, alcalde de Santa Cruz del Valle. «En el pueblo no llovió tanto pero arriba en el monte debió caer bastante más con el agravante de que, al parecer, se cayeron dos grandes árboles que se cruzaron y fueron acumulando la lluvia hasta que, al romperse esa presa natural que formaron debido a la propia fuerza del agua, todo lo que se acumuló fue bajando en forma de riada y arrastrando lo que encontraba a su paso, incluso rocas enormes que parece mentira que hayan llegado hasta aquí», narraba el regidor, casi sin dar crédito.

Una riada deja daños materiales en Santa Cruz del ValleUna riada deja daños materiales en Santa Cruz del Valle El resultado es que la bajada al parque y al frontón municipal quedó inundada, igual que la avenida Antonio Machado del municipio. Las sombrillas y las sillas que había instaladas en el exterior del centro de día de Santa Cruz del Valle fueron desplazadas  «a más de cien metros de donde estaban», apuntó Rodríguez.

Otras de las consecuencias es que de los grifos no sale ni una gota de agua. «Hay que valorar los daños que la riada ha ocasionado en el depósito, pero de momento no tenemos agua», precisa el alcalde. «En cuanto escuchó el sonido de los truenos, un empleado municipal subió de madrugada a cerrar las llaves de las fuentes que conectan con el depósito, pero acabó entrando el agua de la riada, así que habrá que ver en un par de días qué solución tiene», añadió Rodríguez, que se mostró agradecido con «la Diputación, la Junta y la Subdelegación del Gobierno», que este lunes colaboraron con el Ayuntamiento en las labores de limpieza de los restos de la riada «y en todo aquello que podamos necesitar». También destacó la implicación de los vecinos en la retirada del lodo y otras labores  para volver a la normalidad. 

A los efectos del incendio ocurrido allí en el mes de agosto pueden atribuirse buena parte de las dimensiones que ha alcanzado esta riada porque el monte calcinado carece de la cubierta vegeta que retenga el agua de la lluvia. Debido precisamente a que el fuego impidió entonces que Santa Cruz del Valle celebrara sus fiestas en honor al Cristo Arrodillado, los vecinos estaban deseosos de poder festejarlo ahora en septiembre. Y si bien es cierto que han podido disfrutarlas, también lo es que un nuevo desastre natural no he dejado lugar ni a la resaca. «Acabamos las fiestas el domingo cenando una caldereta para todo el pueblo y en apenas unas horas ya teníamos las calles inundadas de agua y piedras», se lamentaba el alcalde.