El fabricante estadounidense de coches de lujo Cadillac, perteneciente a General Motors, ha presentado el Celestiq EV, su gran apuesta para enfrentar la transición a la electromovilidad y que ha sido calificado como el modelo más audaz que la marca ha lanzado al mercado desde la Gran Depresión cuando presentó el Sixteen en 1930.

A diferencia del roadster de 16 cilindros de 92 años, el Celestiq EV no tiene un monstruoso motor de gasolina debajo de su extenso capó. En cambio, cuenta con dos motores eléctricos que producen 600 caballos de fuerza y una batería de 111 kilovatios-hora, que es compartida con el Hummer EV.

El modelo es particularmente grande, pero quizá lo que más llama la atención no es su longitud, sino las proporciones que presenta el vehículo.

Celestiq, lujo eléctrico en su máxima expresión - Foto: DEJAN SOKOLOVSKISe trata además de un ejemplar muy bajo, una sensación que se oculta gracias a sus enormes llantas de 23 pulgadas que disimulan su altura real. En el exterior destcan elegantes piezas metálicas como la parrilla delantera de aluminio, las molduras de los faldones de aluminio cepillado, las molduras que rodean las luces traseras y los faros, y las aberturas del portón.

En su interio estrena un novedoso y deseable puesto de conducción digital con tres pantallas que se extienden por todo el salpicadero y que están instaladas sobre la misma superficie. Además, los pasajeros de las filas traseras también tienen a su disposición dos pantallas táctiles para disfrutar del mejor entretenimiento.

El Celestiq, que entrará en producción a finales de 2023, tiene dos cosas en común con el Sixteen de 1930: un amplio catálogo de especificaciones entre las que puede escoger el cliente y que se ensamblará en cantidades bajas, algo que no extraña si se considera que su valor de entrada rondará los 300.000 dólares. El vehículo se fabricará a mano en nuevas instalaciones preparadas en Michigan, y se estima que se producirán dos unidades por día, para alcanzar unos 500 o 600 ejemplares en un año.?