Seis años del último playoff encarnado ante el Mérida AD

A.S.G.
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El Real Ávila mira con añoranza tiempos pasados en los que, entre 2002 y 2014, se metió en la pelea por el ascenso hasta en nueve ocasiones

Seis años del último playoff encarnado ante el Mérida AD - Foto: Diario de Ávila

Qué cerca y qué lejos queda al mismo tiempo aquel mes de mayo de 2014 cuando el nombre del Real Ávila se veía junto al del Mérida AD tras el sorteo de los playoffs. Comenzaba una nueva carrera por el ascenso a Segunda B, un nuevo intento, por entonces casi habitual en el Adolfo Suárez, pero que entonces nadie imaginaba que sería el último para un club que en los últimos años había convertido la fase de ascenso en ‘suya’ por derecho propio. Porque en las últimas dos décadas el equipo del Adolfo Suárez había sido capaz de meterse en la pelea del ascenso hasta en nueve ocasiones. En la 2001-2002 como campeón. El último billete a una Segunda B que saboreó (2002-2003)hace ya demasiado tiempo. El playoff siempre funcionaba de aliciente ante las penas del ascenso frustrado. Que al año siguiente habría una nueva oportunidad se daba por descontado. Pero los tiempos han cambiado. «La gente se merece una alegría» reconoce Llorián, capitán del Real Ávila. Cuando llegó al Adolfo Suárez –2012– sabía que recalaba en un club que en los últimos diez años –desde el 2002– había sido capaz de meterse en los playoffs hasta en ocho ocasiones. Él viviría la novena, la última. Porque desde el 2014 el Real Ávila no ha vuelto a una fase de ascenso, antes tan cercana y ahora tan lejana.
Seis años del último playoff, un caramelo envenenado.  Le dejó un profundo sinsabor a José ‘Chino’ Zapatera, especialmente la eliminación ante un Alcalá cuando todo parecía posible. Lo intentó José Manuel Manzano, pero Mancha Real fue una ‘trampa’. Tenía un gran equipo bajo su mando José Luis Diezma para haberlo conseguido, pero tocó bailar con la más fea, el Barakaldo, que tenía aún más. Y tras todos esos intentos llegaría el último. Pese a los muchos problemas económicos de un club que acabaría descendiendo un año después a la Regional, el vestuario hizo el milagro. En medio de los impagos, de iniciativas como #SOSRealÁvila, de rumores de venta y un concurso de acreedores encima, fue la gestión de grupo la que lo hizo posible. El equipo de Borja Jiménez se coló en la fase de ascenso ante el Mérida AD, demasiado equipo. Los de Bernardo Plaza serían los últimos en disfrutar de un Adolfo Suárez que desde entonces no se ha vuelto a vestir de gala.    
Seis años han pasado desde entonces. Sólo sobrevive de aquel equipo Andrés Llorián, entonces veinteañero. Ahora peina canas. Hay quienes ven el año del centenario (2023) como el momento ideal para volcar todos los esfuerzos en conseguir el ascenso. «Si llega antes, mejor» comenta el asturiano. En la 2021-2022 ya se anuncia una reforma de las categorías del fútbol. «La Tercera va a quedar como una quinta división» avisa el lateral. «Necesitamos que Ávila nos apoye». Para ser de playoffs es necesario que todos jueguen.

 

El último equipo de playoff...

Después de una apuesta arriesgada en la 2012-13, con fichajes ‘exóticos’ –Yagan, Philip o Juanito, entre otros– que no acabaron de demostrar sobre el césped el respaldo que tuvieron en los despachos, la 2013-2014 fue muy diferente. El equipo recuperó muchos de los jugadores que un año antes (2011-2012) le habían llevado a jugar contra el Barakaldo. A un equipo que ya contaba con Cabrera, Cueto, Barrera, Piru, Vicente, Pindado, Josito o Darío, se unirían de nuevo la pareja Cabezudo y Trujillo, regresó Emilio con la misma clase de siempre, en defensa vestiría otra vez la elástica encarnada Rui y sobre todo volvieron los goles de Pito. Que el almeriense fuera baja en el playoff –forzó su presencia en el partido de vuelta– restó opciones al cuadro de Borja Jiménez. Y de todos ellos solo aguanta Llorián, ‘el último mohicano’.