Cuesta establecer los objetivos de la Unión Europea y promover la paz, sus valores y el bienestar de sus ciudadanos, como son la libertad,seguridad, justicia… al mismo tiempo que  adopten  medidas adecuadas de las fronteras exteriores, para regular el asilo y la inmigración, fomentar la protección sociales, la igualdad entre mujeres y hombres, y la protección de los derechos del niño, reforzando la cohesión económica, social y territorial, y la solidaridad entre los países de la UE. Es difícil por la fragilidad de las instituciones democráticas, los cambios en la forma en que se construyen, y actuar.
Ahora nos estamos dando cuenta que a pesar de todo lo antes expuesto y que está establecido y constitucionalmente regulado, el hombre puede destruir a la propia naturaleza con lo atómico que tiene en sus manos, y en vez de vernos aplastados por la fuerza de la naturaleza, que anteriormente no controlaba, y apelaba a la ayuda de los dioses, hoy de alguna manera es dueño de una naturaleza sobre la que tiene poder de vida y de muerte. Y el verdadero problema es nuestra enemistad con el presente, un presente (absolutamente inestable), porque el futuro podemos imaginarlo, aterrador o positivo, de cualquier manera excitante, pero el presente es donde las cosas muestran su verdadero perfil. No vivimos más que en el presente, y nadie está más a disgusto en el presente, pues la reconciliación parece imposible, y es donde ocurren atrocidades donde la tiranía es real, nadie impone su dictadura por el bien de sus víctimas, sino por el suyo propio.
Algo muy necesario en nuestro presente sería apoyar la inestabilidad que sentimos por la poca creencia en ciertos gobernantes, será en nuestra propia solidaridad. Esta palabra nació para designar algo insolidario, es decir, la solidaridad de unos grupos contra otros, ahora se está extendiendo a toda la humanidad, anteriormente ha sido unámonos frente a ahora es unámonos frente  a nuestros males comunes, sabedores de que solo los humanos tenemos ese don de ponernos en el lugar del que sufre. A los jóvenes lo único que les mueve hoy, después de haber perdido la confianza en la clase política, es precisamente la solidaridad, pero tenemos también que tener en cuenta que no puede esto último convertirse en el único ideal a defender en el humano. El estado durante siglos ha garantizado el equilibrio y el orden en la sociedad, sin embargo ante este presente parece que pierde legitimidad y representatividad, porque parece que nadie puede saber a dónde nos llevara esta crisis, esta horrible guerra, pero sería letal si esta muerte si llegase, nos encontraríamos «huérfanos de alternativas eficaces».
    Me planteo que la inestabilidad también nos viene dada por la masiva información de los acontecimientos, conflictos sociales, guerras, y un largo etc… Sin embargo no podemos vivir a espaldas de lo que sucede tanto global, local, comunitario… pero hay días que el silencio es una cura de salud (perdón por ponerme en primera persona). Cuando me tomo ese maravilloso silencio siento como si me tomara un calmante para el dolor, y es que últimamente las noticias acompañadas de imágenes son de dolor, impotencia, inseguridad del mañana, porque sin darnos cuenta estamos ante ese misterio que es la mente humana, esa que no se programa con empatía hacia el otro, sino el yo presente, palabra que en un mandatario no debería de existir, hay que sustituirla por unámonos ante nuestros males comunes y sembremos la semilla de estabilidad social común para todos.