El hidrógeno verde, la energía del siglo XXI

Carlos Cuesta (SPC)
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Las grandes compañías y el Gobierno de España están decididos a afrontar inversiones millonarias para impulsar una nueva tecnología sostenible y eficiente ante el desafío que significa la transición ecológica y la reactivación económica

El hidrógeno verde, la energía del siglo XXI

El sector empresarial español lleva más de dos décadas exigiendo a las diferentes formaciones que han gobernado el país un nuevo plan energético a largo plazo serio, que de respuesta a sus necesidades, seguridad jurídica a sus inversiones y que garantice unos precios competitivos acordes con el resto de economías con las que compite para que no existan los desfases actuales en competitividad de más de un 30% si se compara lo que pagan las compañías por la electricidad frente a Francia o 65% respecto a EEUU.

España sigue avanzando hacia la descarbonización de la economía y la neutralidad climática, apostando por la eficiencia energética y una mayor penetración de las renovables en el mix energético. En este sentido, el hidrógeno verde se presenta como un vector clave, ya que permite integrar las fuentes renovables a gran escala de forma eficiente y purificar sectores intensivos en emisiones como el transporte, la industria, la producción eléctrica. 

Recientemente, el Gobierno anunció que destinará 1.500 millones de euros, procedentes de los fondos europeos de recuperación, al desarrollo del hidrógeno verde en los próximos tres años y destacó, además, que este gas renovable representa una gran oportunidad. La apuesta por esta tecnología es un proyecto muy ambicioso e imprescindible, ya que, según el Gobierno, «España es el país europeo con más potencial en esta fuente energética».

En este sentido, el Ejecutivo subrayó que en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 las tecnologías vinculadas al hidrógeno contarán con una partida de 100 millones, que servirán para financiar a 60 empresas.

La propuesta del Gobierno representa un papel decisivo ante los retos de la transición ecológica y la reactivación económica. Se trata de un plan nacional que pasa por movilizar 8.900 millones de euros, en colaboración con la empresa privada hasta 2030 que permitirá construir una flota superior a 150 autobuses, de entre 5.000 y 7.000 vehículos ligeros y pesados, dos líneas de trenes comerciales propulsados por hidrógeno renovable.

El proyecto está respaldado también con inversiones del mundo empresarial como quedó demostrado en la celebración de la pasada Jornada Hidrógeno Renovable en la que Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol, avanzó que la compañía que dirige prevé invertir de 2.200 a 2.900 millones de euros en esta energía entre 2021 y 2026. Por su parte, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, confirmó que su consejo está analizando una docena de proyectos relacionados con el hidrógeno para destinar  1.500 millones de euros hasta 2023. Por su parte, Francisco Reynés, presidente de Naturgy, adelantó que planea dos grandes proyectos de electrolizadores en el entorno de las centrales térmicas de La Robla en León y Meirama en La Coruña.

Son solo un avance de las intenciones de futuro de firmas cotizadas que como Talgo, empezará a probar su nuevo tren impulsado exclusivamente con este gas el próximo año y que alcanzará una velocidad de 140 kilómetros por hora con una autonomía de 800 kilómetros o el de Iberdrola en Puertollano en colaboración con Fertiberia, la estación de suministro de hidrógeno del Puerto de Valencia.

 

Convocatoria

Para dar mayor transcendencia a esta poderosa energía, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha lanzado una convocatoria que concluye el próximo 19 de diciembre para encontrar proyectos relacionados con el hidrógeno.

Los interesados tendrán que presentar sus propuestas, señalando en qué pueden ayudar sus proyectos, en qué fase de la cadena de valor se sitúan, cuáles serían os mejores mecanismos para encontrar la viabilidad financiera de sus iniciativas, qué aportan en la carrera hacia la descarbonización y qué ahorro de dióxido de carbono (CO2) suponen.

Ribera consideró que España cuenta con una situación geográfica «maravillosa» para poder crear este gas de forma renovable y poder contribuir a su desarrollo industrial «aprovechando toda la cadena valor, que habrá que ir generalizando para que sea una muy buena parte de nuestra economía».

En lo que se refiere a la existencia de un marco regulatorio para el hidrógeno verde que permita definir cómo debe ser su producción, certificación o uso final, entre otros aspectos, Ribera indicó que debe ser articulado en un principio a nivel europeo, ya que es un vector que será empleado en distintos estados miembros de la UE.

Por su parte, ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, remarcó la importancia de invertir en nuevas tecnologías y procesos productivos para reducir los costes energéticos de la industria, el sector servicios y los hogares y aumentar la productividad a medio plazo, como a través del hidrógeno.

Calviño destacó que este gas constituye una de las «claves» de la agenda verde del Green New Deal europeo para lograr la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, con la que le Gobierno español está «plenamente comprometido» como demuestra el enorme progreso realizado en los dos últimos años.

«La emergencia climática no ha desaparecido, no hay tiempo que perder si queremos situar a nuestro país a la vanguardia del proceso de innovación que está teniendo lugar a nivel europeo y mundial».