Pablo Serrano

CARTA DEL DIRECTOR

Pablo Serrano


Corredor Prado

19/03/2023

He querido en esta carta dominical referirme (por enésima vez, sí), a dos de los proyectos de Ávila que guardan ya solera, y ha salido un título como si de un atleta se tratara. En ambos temas, el del Corredor Atlántico y en el del Museo del Prado en el Palacio de Los Águila tengo una oportunidad de enmendarme a mí mismo, porque puede recordar el lector algún tono más catastrofista en textos no muy lejanos en el tiempo sobre ambas cuestiones, que no buscaban sino dar una llamada de atención.

Me imaginaba el viernes una llamada al teléfono rojo del subdelegado –que ya no sé si existen, aunque doy fe de que los hubo– procedente  del ministerio de Cultura, donde el siempre cordial ministro Iceta podría decir algo así: «Subdelegado, he escuchado tus declaraciones de esta mañana sobre el proyecto de Los Águila refiriéndote a una tercera fase en la que se decidirá si lo que ocupa el palacio es el Museo de Ávila u otra cosa... y hombre... visita la propia página web del ministerio, que decimos bien clarito en el capítulo obras y proyectos en ejecución, apartado museos: Obras de adecuación de la Casa de los Águila en Ávila para sede del Museo de Ávila y Prado extendido». Podría añadir al ministro en esa misma conversación, que la única manera de hacer viable el proyecto es con la implicación de la Junta de Castilla y León. Y he de decir que, afortunadamente, y por primera vez, el presidente de la administración regional ha demostrado compromiso personal en este proyecto (si obviamos la visita de Juan José Lucas hace veinticinco años, claro).

También imagino al subdelegado Galeano, incluso con buena fe, intentando convencer al ministro de que habría que luchar por un proyecto más ambicioso del Museo del Prado para Ávila. «Deja, deja... que ni el Prado va a dar más de lo que proponemos, ni el proyecto sería viable sin la implicación de la Junta», podría responderle Iceta con su tono característico.

El proyecto (de que en Ávila se expongan obras singulares del Museo del Prado en unas muestras temporales de larga duración –que ya no pedimos otra cosa–) sigue encarrilado, aunque hay quien quiera generar dudas y desconfianza. Y hoy sí pienso que más pronto que tarde podremos contemplar estas obras en el pabellón Prado del Palacio de Los Águila. Así que las apuestas a las que me refería hace unos días, habrán de esperar.

La otra cuestión es el corredor del atlántico, al que me referí hace unas semanas con optimismo cero, pero creo que, en estas semanas, como si alguien hubiera asumido el toque de atención, Ávila vuelve a tener posibilidades dentro de este proyecto, que es prioritario para Europa, y sin profundizar mucho, cabe decir que esto sí consolida población y genera oportunidades de futuro. La realidad es que Ávila forma parte del corredor, obviamente no en ninguno de los ramales principales, pero la línea ferroviaria de Ávila, esa tan denostada, presenta uno de los mayores niveles de tráfico semanal en número de trenes por sentido. Y esto es una oportunidad. Lo que falta es proponer y dedicar actuaciones, y Ávila volverá a ser un polo de interés para inversiones y a partir de ahí podemos soñar con cualquier cosa.