La clásica 'cenicienta' del Grupo E será una Costa Rica que llega a Catar con mucho que decir. Liderada por los 'eternos' Keylor Navas, Celso Borges y Bryan Ruiz, los 'ticos' quieren asumir el papel de selección revelación que ya protagonizaron en el Mundial de 2014, cuando superaron como primeros un cuarteto que compartían con Uruguay, Italia e Inglaterra.

En esta ocasión, el panorama no es muy distinto. España y Alemania se presentan como los grandes favoritos para ocupar las dos primeras posiciones y Japón parte como la tercera en discordia. El conjunto centroamericano consiguió su billete para el campeonato después de derrotar a Nueva Zelanda en la repesca internacional, logrando así su tercera participación consecutiva en el torneo. Su recuerdo de 2018 no es nada bueno, ya que fueron últimos en un cuarteto que compartían con Brasil, Suiza y Serbia.

La escuadra que ha conformado Luis Fernando Suárez debutará contra la Roja el próximo miércoles para luego medirse a la 'Mannschaft'. El plan en esas dos citas será claro: mantener el orden defensivo con un bloque bajo y tapar todas las posibles vías de ataque del rival para tratar de hacer daño al contragolpe. Así pues, Costa Rica puede llegar a la tercera jornada eliminada o, de nuevo, como una de las sorpresas alegres de la Copa del Mundo.

Suárez ha utilizado diferentes dibujos en los últimos meses, donde ha permutado entre una zaga con cuatro y con cinco jugadores según el oponente, siempre buscando una transición ofensiva veloz que le acerque a la portería. Además, el seleccionador ha reforzado mucho al equipo en las jugadas a balón parado, un arma letal para decidir cualquier compromiso.

Tan solo Keylor Navas (PSG) y Brandon Aguilera (Nottingham Forest) forman parte de un club de una liga potente, por lo que el nivel de la plantilla costarricense ha decrecido bastante respecto a otras citas. El ariete Joel Campbell, del Cruz León mexicano, sigue siendo ese jugador dinámico y eléctrico que trae de cabeza a cualquier defensa en un día inspirado.

Repesca

El conjunto 'tico' finalizó la fase de clasificación de la Concacaf en cuarto lugar, por detrás de Canadá (que regresa a un Mundial después de 36 años), México y Estados Unidos, con quien empató a puntos.

Aguantó el empuje desde atrás de Panamá en las rondas finales y aseguró la posición que le daba derecho a disputar una repesca internacional contra Nueva Zelanda. El duelo decisivo contra los 'kiwis' se disputó en Catar, a partido único, y se lo llevaron los centroamericanos con un solitario gol de Campbell.