«Una oportunidad preciosa y un acierto». Así definió el cardenal Ricardo Blázquez el congreso internacional celebrado en Ávila con motivo de los 50 años de la declaración de Santa Teresa como Doctora de la Iglesia. Una cita internacional, organizada por el Obispado de Ávila, el Carmelo Descalzo y la Universidad Católica de Ávila, en colaboración con la Universidad Católica de Eichstätt-Ingolstadt, que se cerró con su ponencia ‘Santa Teresa de Jesús ‘Maestra de espirituales’ para nuestro tiempo’, condensada en tres pasos, la Santa amiga de la verdad, las tres formas de magisterios que conviven en la Iglesia y la armonización en Santa Teresa de la comunión eclesial y la libertad cristiana.
Monseñor Blázquez subrayó la «insistencia de la Santa en la verdad, en todo el recorrido, porque la verdad es asentar la vida en la realidad misma y es también comprender con la mente en qué consisten las cosas y la veracidad y fundamento que consolidan la convivencia».
También habló de la existencia en la Iglesia de «tres formas de magisterio, el pastoral, el de los teólogos y el de los espirituales», y los tres, a su juicio, «es muy importante que convivan para el servicio de todos». «Santa Teresa en este sentido siempre fue muy lúcida, nunca simuló una relación de escaso acatamiento de la autoridad magisterial, pero al mismo tiempo reivindicó la libertad para hablar en la Iglesia», subrayó el cardenal abulense, quien indicó que «a partir de lo que se llama ‘el sentido de la fe’ todos tenemos algo que decir y que enseñar en la Iglesia y todos tenemos mucho que aprender».
Hizo igualmente referencia en su ponencia a cómo se armonizan en Santa Teresa «la comunión eclesial inequívoca con la libertad cristiana», y en ese sentido explicó que «sobre la libertad cristiana tiene textos admirables que suscitan la admiración de los lectores de entonces. Creo que Santa Teresa es una mujer de muchas admiraciones, pues cuando una va leyendo sus escritos, uno queda tantas veces sorprendido por lo que dice y por cómo lo dice, y también los que en aquel momento tuvieron la oportunidad de leer sus escritos, quedaron sorprendidos por el atrevimiento, por la libertad, por la autenticidad y por la comunión eclesial».
Conclusiones del congreso. El sacerdote Jorge Zazo fue el encargado de ofrecer las conclusiones de este congreso que, como apuntó, «ha tenido cuatro ejes vertebradores. El primero ha sido sobre la vida religiosa, pues Santa Teresa era reformadora del Carmelo y en este sentido ha habido ponencias como las del cardenal Bocos y el padre Martínez que han subrayado cómo su reforma se basa, no en una pedagogía, sino en lo que se conoce como una ‘mistagogía’, una introducción a la esperiencia y al gusto del misterio».
En segundo lugar, Santa Teresa es la primera mujer Doctora de la Iglesia y en este sentido, «su feminidad ha sido destacada desde una verdadera valoración del genio femenino en su especificidad», señaló Zazo, quien en un tercer bloque hablá de Santa Teresa como «santa y maestra de oración», y en este sentido «hay que ver hasta qué punto hay un magisterio espiritual, que no es contrapuesto ni alternativo a las enseñanzas de los pastores o de los teólogos, sino que tiene también su carta de ciudadanía en la Iglesia y es interesante para todo el crecimiento de todo el pueblo de Dios». afirmó.
Finalmente, precisó, «estamos en época de nueva evangelización, de presentar lo mejor que tenemos los cristianos que es la esperanza en Cristo resucitado y en nuestra resurrección, y Santa Teresa, a la luz de algunas ponencias, nos invita a ser siempre hijos de la luz y caminar en la verdad».