La provincia burgalesa es la encargada de liderar el ranking castellano y leonés de denuncias por violencia de género, con 571 órdenes de protección en vigor, según señaló hoy la responsable de la Unidad contra la Violencia de la Mujer de la Subdelegación del Gobierno, Begoña Fernández.

La Delegación de Economía y Hacienda de Burgos acogió hoy la jornada sobre ‘Violencia de género y fondos del Pacto de Estado para entidades locales’, que reunió a miembros de corporaciones locales burgalesas para que conozcan los recursos y profesionales en violencia de género que las distintas Administraciones ponen a disposición de las mujeres víctimas de violencia, informa Ical.

De estas 571 órdenes, 471 corresponden a los entornos urbanos de Burgos, Aranda de Duero y Miranda de Ebro, tal y como señaló la responsable de la Unidad, correspondiendo a la Policía Nacional. El resto de denuncias se dan en el medio rural de la provincia y son además gestionadas por la Guardia Civil.

El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, fue el encargado de inaugurar esta jornada y de dar paso a estas conferencias y mesas redondas, en las que participaron distintos expertos en la materia.

Además, los ediles de los distintos municipios que participaron pudieron conocer de primera mano los recursos provinciales en esta materia gracias a una mesa redonda, coordinada por la jefa de la Unidad de Violencia sobre la mujer de la Subdelegación del Gobierno, Begoña Fernández, en la participaron miembros del Equipo de Mujer y Menor (EMUME) de la Guardia Civil, de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional, la Sección de Mujer de la Junta de Castilla y León, y coordinación provincial de los Centros de Acción Social (CEAS).

Respecto a los recursos del Pacto de Estado sobre los que tratan la jornada, el subdelegado del Gobierno afirmó que “están allí para ver cómo los convertimos en recursos humanos y materiales para trabajar contra la violencia de género, y especialmente en el medio rural.” Sobre este asunto apuntó que “el hecho de la dispersión de los pueblos, de los ayuntamientos, en pueblitos pequeños con un alto índice de envejecimiento, y la falta de recursos subsiguiente, lleva a que la mujer, en estos ámbitos, este especialmente desprotegida.”