Septiembre también es un mes de fiestas. Al menos así se vive en la provincia de Ávila donde las celebraciones siguen muy presentes y en muchos casos sirven para que los 'vecinos de verano' se despidan de los pueblos antes de volver a la vida más cotidiana del otoño.

Pero antes de ese momento hay se pueden tomar un respiro con las actividades festivas, normalmente de origen religioso, pero que conllevan mucho más.

Esto sucedió este miércoles en la provincia abulense, con el ejemplo de San Vicente de Arévalo, con el Cristo de los Pinares, que siempre es un llamamiento en toda la comarca.

El día del Cristo de los PinaresCon el Cristo de los Pinares se vive una convocatoria comarcal que en los últimos días tuvo sus primeras eucaristías pero hubo que esperar a ayer para la principal, que estuvo seguida de la procesión alrededor de la ermita para finalizar con baile al son de la dulzaina. Además estaba previsto que por la tarde y la noche hubiera verbena.

Esta cita suele ser un evento multitudinario por el significado que tiene este Cristo y no faltan tampoco las autoridades, como se vio este año con el delegado de la Junta de Castilla yLeón, José Francisco Hernández Herrero, o el presidente de la Diputación, Carlos García, acompañados del alcalde de San Vicente de Arévalo, José Antonio López Sáez, y otros de la zona y representantes políticos, entre ellos el senador Vidal Galicia y diputados provinciales, para participar en la romería.

«Éste es, sin duda, uno de los días del año más señalados en La Moraña, no solo en San Vicente de Arévalo, pues el Cristo de los Pinares tiene mucha devoción en otros municipios, nos conecta con nuestras raíces, con la tradición y la costumbre que hemos heredado de nuestros padres y abuelos, con lo que somos y queremos seguir siendo, haciendo comunidad, reforzando relaciones de vecindad y amistad», destacó el presidente el presidente de la Diputación durante las celebraciones seguidas por centenares de personas.

Según informó Ricardo Guerra, durante la mañana del día 14 de septiembre, la Exaltación de la Santa Cruz, muchas gentes de la comarca se dieron cita para rendir culto al Cristo de los Pinares que es el patrono de la comarca, como lo hacen al mismo tiempo en Madrigal con el Cristo de las Injurias. La indecisión del tiempo y la amenaza de chubascos mermaron este año la asistencia de público, pese a lo cual fue muy numerosa. Eucaristía a varias horas, para celebrar la solemne a las 12,30, con la ermita abarrotada, misa celebrada por el párroco de Nava de Arévalo y anejos. 

Como es tradicional, el Santo Cristo estaba colocado en sus andas rodeado de grandes racimos de uvas y finalizada la ceremonia, entre repique de campanas, se sacó el Cristo en procesión por los alrededores de la ermita, al son de dulzainas y tamboril acompañando al rito de subir a los niños más pequeños a las andas, y si pueden, coger alguna de las uvas que adornan la imagen. Al finalizar la misma, se celebró acto seguido la subasta tradicional. Muchas familias desplegaban sus meriendas por los pinares de alrededor y durante la tarde sigue la fiesta, a pesar de los nubarrones amenazantes.