Una muestra «diferente», pero cotidiana

I.Camarero Jiménez
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Los Verdugo acoge hasta el 15 de noviembre una veintena de fotografías reunidas por Amalav bajo el título 'Lactancias imperfectas'

Una muestra «diferente», pero cotidiana

La Asociación de Madres Lactantes de Ávila, Amalav, hace tiempo convocó un concurso de fotografía para, con las imágenes ganadoras, ilustrar su calendario del año 2023. Esas imágenes ya se han seleccionado y el calendario está maquetándose para la semana que viene llegar a imprenta y poder distribuirlo «en el puente de diciembre» a través de pediatras, matronas y centros de salud.

Eso será entonces pero ya antes quien quiera tener otra visión diferente de la lactancia puede ser testigo de esas instantáneas en la exposición que acoge hasta el próximo 15 de noviembre el Palacio de Los Verdugo. 

El Ayuntamiento de Ávila les abre las puertas para ello y este viernes la teniente alcalde Sonsoles Prieto les daba la bienvenida a este espacio, del mismo modo que hacía lo propio el concejal de Turismo, Carlos López.

Se trata, explicaba la secretaria de la Asociación, Almudena Pérez, de exponer de algún modo y dar visibilidad a un gesto tan natural como es el de la lactancia. 

Un gesto que de alguna manera se vuelve ahora cotidiano y «normal», después de estar durante algunos años  en cierto modo silenciado.

Con esta muestra quieren, sencillamente eso, que la gente vea como algo natural, que lo es, el hecho de dar de comer a los pequeños. 

Pequeños que «lo necesitan cuando lo necesitan» y de eso va también la exposición: de que la lactancia puede llegar en cualquier momento y en cualquier lugar, que a veces llega teniéndose que ayudar con una sonda o cargada de incomodidades. 

distinto paisaje. Un acto natural que a veces es imperfecto y así es como se llama la exposición 'Lactancias imperfectas', una acción que se puede producir tranquilamente en el sofá de casa o en la habitación de ese hogar, y también en hospitales, en el campo, en piscinas naturales de la provincia de Ávila, junto al mar, en la ducha o en el marco del Mercado Medieval de Ávila en una terraza y en plena calle.

Imágenes en blanco y negro (algunas) o en color (otras), pero todas ellas cargadas de cierta ternura y en ocasiones de las que son testigos niños pequeños lactando en tándem o mientras acarician la tripa de una madre embarazada de nuevo y esperando dar a luz. Son algo menos de 20 fotografías, «al final son 19», cuantificaba Pérez,  y es que a las que ilustrarán el calendario se suman otras galardonadas o seleccionadas en años anteriores en ese concurso que suele reunir en torno a 50/60 participantes. 

Ese número es el que se alcanzó en años pasados y de nuevo es el que se ronda para esta nueva edición del almanaque en el que sobre todo participan las madres lactantes procedentes de  Ávila a las que, tanto la secretaria de Amalav como la teniente alcalde, agradecían también esa colaboración que ha generado «una exposición diferente».