Publicado el Decreto papal del Año Jubilar para Arenas

E.C.B
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El Año Jubilar se celebrará del 19 de octubre de 2021 al 19 de octubre de 2022 con motivo del IV Centenario de la Beatificación y Patronazgo de San Pedro de Alcántara, teniendo como templo jubilar el santuario alcantarino

Publicado el Decreto papal del Año Jubilar para Arenas

Mediante un Decreto fechado este viernes, 1 de octubre, la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede hace público que del 19 de octubre de 2021 al 19 de octubre de 2022 se celebrará un Año Jubilar en Arenas de San Pedro con motivo del IV Centenario de la Beatificación y Patronazgo de San Pedro de Alcántara, teniendo como templo jubilar el santuario alcantarino, donde descansan los restos del santo. De esta manera, según informa el Obispado de Ávila, «Arenas se convertirá en centro de peregrinaciones de todos aquellos que quieran lucrar dicha indulgencia plenaria, así como acercarse aún más a la espiritualidad de este gran santo de nuestra tierra de Ávila».

El Año Jubilar Alcantarino comenzará, pues, de forma oficial el 19 de octubre de 2021 en el Santuario de San Pedro de Alcántara, con la solemne apertura de la Puerta Santa y la celebración eucarística que presidirá el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo.

En un segundo Decreto, la Penitenciaría Apostólica también autoriza a que este día, tras la eucaristía, el prelado abulense pueda impartir «a todos los fieles reunidos en ese lugar sagrado, verdaderamente arrepentidos e impulsados por la caridad, la Bendición Papal con la anexa Indulgencia plenaria, que se lucrará según las condiciones acostumbradas (Confesión sacramental, Comunión Eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice). Los fieles cristianos reciben también devotamente la Bendición Papal si, por una circunstancia razonable, no pueden estar físicamente presentes, pero se unen con piadosa intención a los ritos sagrados mediante la televisión o la radio, consiguiendo también la Indulgencia plenaria, según las normas establecidas por el derecho».

CÓMO GANAR LA INDULGENCIA. En el texto del Decreto en el que se especifica la duración del Año Santo, la Penitenciaría Apostólica, «para acrecentar la religión de los fieles y la salvación de las almas, en virtud de las facultades que le han sido concedidas de forma especialísima en Cristo a nuestro Santísimo Padre Francisco», confirma que atiende así la petición realizada por el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, y de acuerdo «con el Rector del Santuario de San Pedro de Alcántara». De esta manera, desde el 19 de octubre de 2021 hasta el 19 de octubre de 2022 se concederá la Indulgencia Plenaria, según las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, Comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) a todos los fieles cristianos verdaderamente arrepentidos que quieran lucrarla impulsados por la caridad, pudiéndose aplicar también a modo de sufragio en favor de las almas de los fieles detenidas en el Purgatorio. Se podrá lucrar la Indulgencia peregrinando al Santuario de San Pedro de Alcántara y participando allí devotamente de alguna celebración jubilar, o por lo menos dedicando a piadosas consideraciones un prolongado espacio de tiempo ante San Pedro de Alcántara, concluyéndolo con la Oración Dominical (Padre Nuestro), el Símbolo de la fe (Credo) y la invocación a Santa María Virgen y a San Pedro de Alcántara.

Los ancianos, los enfermos y todos los que por grave causa no pueden salir de casa, también pueden conseguir la Indulgencia Plenaria, a través de una renuncia consciente a cualquier pecado y con la intención de realizar, en la primera ocasión que tengan, las tres condiciones acostumbradas, si ante una imagen de San Pedro de Alcántara se unen espiritualmente a la celebración jubilar, ofreciendo a la misericordia de Dios los dolores y sufrimientos de su propia vida.

Al final del Decreto, la Penitenciaría Apostólica hace un ruego a los Padres de la Orden de Hermanos Menores (franciscanos), para que «con ánimo dispuesto y generoso se ofrezcan donde sea posible a la celebración del Sacramento de la Penitencia, para que se conceda el perdón divino a través de las llaves de la Iglesia».