La Judía del Barco, en un taller de economía circular

E.C.B
-

El II Taller de Conservas Artesanales y Economía Circular impulsado por la Diputación de Ávila, con la colaboración de la Junta de Castilla y León, fue clausurado este miércoles tras tres jornadas de formación y la participación de 12 personas

La Judía del Barco, en un taller de economía circular - Foto: Isabel García

La Judía del Barco ha sido protagonista en el II Taller Práctico en la elaboración, transformación y comercialización de conservas artesanales y economía circular en el sector agroalimentario, que se ha celebrado esta semana en el Centro de Formación Agraria de La Colilla de la mano de la Diputación Provincial de Ávila a través del proyecto europeo Circular Labs, y en colaboración con la Junta de Castilla yLeón, que ha contado con la participación de 12 alumnos.  

El diputado de Turismo, Asuntos Europeos y Energía, Armando García Cuenca, y el de Cultura, Eduardo Duque, acompañados por el jefe del Servicio Territorial de Agricultura, Rubén Serrano;la directora de la Agencia Provincial de la Energía, Luisa Martín, y el profesor Javier Melgosa, clausuraron este miércoles esta acción formativa , la segunda ofrecida a pequeños empresarios y emprendedores de la provincia en materia agroalimentaria impulsada por la Diputación, con la entrega de diplomas a los participantes.

Armando García subrayó la «importancia» de este taller teórico-práctico, desarrollado durante tres tardes, porque «permite formar a personas y en definitiva, fijar población en la provincia». Por ello, la intención de la institución provincial es «seguir apoyando a las pymes, autónomos y emprendedores y esta línea de formación en el futuro va a continuar», aseguró el diputado.

Luisa Martín explicó que este curso «ha versado en torno a la economía circular, pues se trata de aprovechar subproductos en el proceso de fabricación alimentaria. Así, se han tratado aspectos relacionados con la seguridad alimentaria, el control de puntos críticos y la transformación de productos en conservas, y en esta edición se ha focalizado más en la legumbre, que es un producto con un gran potencial en la provincia, no solo la que está amparada bajo la IGP Judías del Barco, sino también otras producciones importantes que tenemos en la Moraña y otras zonas de la provincia».

Por su parte, el jefe del Servicio Territorial de Agricultura, Rubén Serrano, señaló que «esta nueva colaboración entre la Diputación y la Consejería de Agricultura permite poner en valor al sector primario, pues la agricultura, la ganadería y la agroalimentación son sectores estratégicos en esta provincia porque son actividades que contribuyen a fijar población en el medio rural. Todo lo que sea apostar por la formación en estos ámbitos va a contar siempre con la colaboración de la Administración regional».

proyecto de investigación. La última sesión de este taller estuvo protagonizada por la investigación de Ángela García Solaesa, cuyo proyecto centrado en la Judía del Barco fue becado por la Institución Gran Duque de Alba, tal y como comentó el diputado Eduardo Duque. quien indicó que «en este caso se centra en un producto de la provincia como es la Judía del Barco y de los subproductos que derivan de ellas, como pueden ser las harinas».

Un proyecto que, como expuso la investigadora del Grupo AISA de la UCAV, «se realizó durante el año 2021 y surgió a raíz del aprovechamiento de subproductos, en este caso de la judía blanca riñón, pues toda esa judía que no se comercializa porque no cumple las especificaciones de la IGP se pierde o sobre todo se destina a alimentación animal».

La idea es «darle una salida, porque se trata de unas leguminosas con muchísima calidad, y por ello el proyecto consistió primero en caracterizar esa harina no solo desde el punto de vista nutricional sino también tecnofuncional, para que nos permitiera comprender de qué forma podemos utilizar esa judía en la elaboración de productos», comentó García Solaesa.

Así, se hicieron diferentes caracterizaciones y «al final se plantearon varias elaboraciones centradas fundamentalmente en los crackers y más concretamente en crackers para población celiaca elaborados con harinas sin gluten», explicó. Se valoró su textura, color y hubo un panel de cata y «al final se obtuvieron resultados bastante prometedores con sustituciones de hasta el 50% de la harina», subrayó la investigadora de la UCAV.

Por otra parte, se empleó la harina en magdalenas y, como comentó Ángela García Solaesa, «la aceptación fue buena aunque la sustitución de harinas fue menor», y finalmente «se probó también con producto fermentado, el tempeh, y ahí no tuvimos mucho resultado pero seguimos con esa vía porque sería interesando el aprovechamiento de la judía como tal, el grano entero sin pasar por la molienda y la harina».