De momento sólo Lanzahíta precisa del abastecimiento por parte de la Diputación tanto de agua en cisterna como de agua embotellada. Era de esperar que tras el incendio del verano y tras la llegada de las lluvias, el arrastre de cenizas provocara este tipo de problemas en la red de abastecimiento. En el caso de Lanzahíta esas precipitaciones y los consiguientes arrastres empezaron a dar problemas el jueves. Entonces se empezó a abastecer a los habitantes con agua en cisternas. Así informaba de ello el portavoz del equipo de Gobierno en la Diputación, Juan Carlos Sánchez Mesón tras la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta de Gobierno.

Lo cierto es que el agua del grifo «no era apta ni para el aseo» así que el sábado se empezó a llevar agua embotellada a los vecinos de esta localidad.

Asegura Sánchez Mesón que según conoce por el alcalde de Lanzahíta está previsto que esta msma semana comience el vaciado del depósito con el que se abastece la localidad y la posterior limpieza del mismo, algo necesario para poder llenarlo con el agua procedente de las cisternas que envíe la Diputación. El problema es que al no haber cerrado el depósito la rede de abastecimiento se ha visto afectada por las cenizas procedentes del incendio del verano y que ahora son arrastradas por las lluvias que comenzaron la semana pasada y que a tenor de las previsiones de la Aemet puden continuar esta semana. 

La Diputación está, en cualquier caso, alerta por los problemas que puedan tener los diferentes municipios afectados por los importantes fuegos sufridos el verano, especialmente en la zona de Cebreros/El Hoyo de Pinares y San Bartolomé de Pinares o el que afectó al Tiétar semanas después, entre otras localidades a Lanzahíta, pero también a Santa Cruz del Valle o Pedro Bernardo.