Entrada triunfal de la Borriquilla en el colegio Pablo VI

E.Carretero
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Los más pequeños de este centro concertado protagonizaron un año más una procesión entrañable en la que no faltaron ni las saetas y que contó con más de 200 penitentes

Entrada triunfal de la Borriquilla en el colegio Pablo VI

Aún faltan algunos días para que el sonido de las cornetas y tambores rompan el silencio de las calles de Ávila junto al caminar acompasado de los cofrades que acompañan a los distintos pasos que protagonizan las procesiones de la Semana Santa de Ávila, que arrancarán este viernes con el Vía Matris. Sin embargo, en el Colegio Diocesano Pablo VI ya se adentraron este lunes en la Pasión abulense con la celebración de la Procesión de la Borriquilla, o de las Palmas, que tradicionalmente es la procesión de los niños. Cumplían así en este colegio concertado con una tradición que cuenta ya con varios años y que protagonizan los alumnos más pequeños de este centro, en este caso lo matriculados en Educación Infantil. 

Una procesión que no se perdieron los compañeros de otros cursos, el equipo docente ni tampoco muchos padres y abuelos que desde el exterior del centro, y en este caso a través de las vallas, esperaban pacientes el inicio de este desfile procesional en el que participaron más de 200 pequeños cofrades, lo más pequeños de apenas un año y los mayores, de seis. 

Tres cofradías, las de la Luz, la Cruz y el Amor, y una hermandad,  en este caso de los Estudiantes, dieron forma a este desfile procesional en el que procesionan la Borriquilla, que recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, y la Virgen de los Estudiantes, acompañada por los hermanos más jóvenes de esta procesión, algunos de ellos incluso llevados en carrito debido a su corta edad. 

Cofrades, anderos, damas de la soledad y hasta capataces desfilaron en esta procesión en la que la mayor parte de la indumentaria estaba realizada con cartulina y bolsas de basura.

Abría la comitiva Jesús con la Borriquilla, una preciosa talla elaborada en crochet y goma eva, que portaban un grupo de jóvenes costaleros, a los que seguían el sonido de las cornetas y tambores de la banda de El Amarrao. Música religiosa para marcar el compás de los penitentes y del resto de cofrades de esta procesión en la que desfiló también la Santa Cruz y que cerraba la imagen de la Virgen de los Estudiantes, también de goma eva y con manto negro.

Varias pequeñas ataviadas de negro y luciendo mantillas, y con palmas en las manos, participaban también en la procesión. Lo hacían por delante del estandarte de la Cofradía de la Cruz, cuyos cofrades visten de blanco y negro.

La procesión continuaba con la Cofradía de la Luz, de azul y blanco, y cuyos pequeños cofrades porten una estrella amarilla al cuello. A estos seguían los penitentes de la Cofradía del Amor, con hábito blanco y túnica y capuchón verde, y luciendo un corazón rojo  en el pecho, cerrando el recorrido la Hermandad de la Virgen de los Estudiantes acompañada por los más pequeños del cole, encargados de portar el segundo paso de esta entrañable procesión. 

también saetas. No faltaron tampoco en este desfile procesional las saetas, en este caso entonadas por el profesor del centro Gustavo Rodríguez Obregón, cuya voz suele acompañar las salidas de la Virgen de la Estrella y de laEsperanza durante la Semana Santa abulense y que en esta procesión de la Borriquilla del Pablo VI entonó una saeta por carceleros y la saeta que Antonio Machad