Montaña y futuro, la capitalidad que apuesta por sus pueblos

Ical
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El municipio salmantino de Candelario se erige como Capital Española de las Montañas para este 2023

Candelario (Salamanca), capital española de las montañas. - Foto: David Arranz (Ical)

Enclavado en la sierra que lleva su nombre, las calles de Candelario discurren amoldadas a las laderas de esas montañas que les dan cobijo. Cuestas interminables y trazados que parecen imposibles, pero que crean un lugar donde los paseos son para perderse. Sus callejuelas empedradas, recorridas por regaderas por donde discurre el agua de la nieve, o las batipuertas, destinadas a proteger del manto blanco del invierno, suponen elementos que caracterizan esta villa embaucadora del sur de Salamanca. 

A más de mil metros de altitud se erige uno de los pueblos más bonitos de España. Así lo señala el cartel de la asociación que otorga este título a su entrada, y que da paso a una villa chacinera donde las decoraciones serranas protagonizan sus casas, y a un casco que mereció la declaración de Conjunto Histórico-Artístico en 1975. Títulos más que merecidos, pero que el pueblo ha llevado más allá, y con los que no se ha conformado, pues desde este mes de febrero ostenta uno nuevo: Candelario se ha alzado como Capital Española de las Montañas para 2023.

Desde esMontañas, la Asociación Española de Municipios de Montaña, lo tuvieron claro. El municipio era merecedor del título por dos razones. "Primero, porque habíamos estado en Pirineos, Cantábrico, sistema Ibérico, y nos interesaba mucho ir a otra montaña emblemática y muy mítica de nuestro país como es toda esa sierra en pleno corazón del sistema montañoso Central", explica a Ical su presidente, Marcel Iglesias. Y, en segundo lugar, "por la ilusión y las ganas que tenían desde el Ayuntamiento que ya habían presentado una muy buena candidatura el año anterior". 

La capitalidad hará que Candelario sea el epicentro donde esMontañas realice gran parte de sus actividades a lo largo de este año, sobre todo jornadas de debate o congresos. "Le damos visibilidad a ese municipio en concreto, y a nosotros nos sirve para visibilizar todos los problemas, cuestiones de montaña, nuestros retos que tenemos hoy en día y todas nuestras oportunidades", señala Iglesias. Una "excusa para poner encima de la mesa" todo lo que tiene que ver con los pueblos de montaña del país junto a sus gentes. 

Desde el Consistorio su alcalde, Pablo Hernández, afronta esta etapa como una "responsabilidad" para poder llevar a cabo "la representación de todas las dificultades que tenemos los municipios de montaña y dar respuestas a algunas de ellas a través de la participación", narra a Ical. Asimismo, también lo perciben como una oportunidad de promoción y reconocimiento de sus capacidades a la hora de desarrollo turístico y económico. 

Los problemas de los pueblos de montaña

El entorno rural a lo largo y ancho de la península aglutina problemas conocidos por todos: pérdida de población, descenso de la actividad económica o carencia de servicios básicos como la sanidad, entre muchos otros. Sumados a todos ellos, los pueblos de montaña cuentan con dificultades de altitud y orografía que hacen que la vida allí sea un poquito más difícil. Desde esMontañas señalan ejemplos como las dificultades añadidas a la hora de realizar obras o canalizaciones en estas zonas debido a las particularidades del terreno, el incremento del gasto energético en climas muchos más fríos o los crecimientos vegetativos menores debido a las particularidades del suelo montañoso. 

A través de las actividades que preparan a lo largo de todo este año, pretenden poner el valor este tipo de problemas, que desde Candelario afrontan con la búsqueda de posibles soluciones. "Las dificultades son grandes, pero las oportunidades son muy importantes, y aquí tanto a nivel de actividad en determinados sectores hay muchas actividades para desarrollar", afirma el alcalde. Sectores como el turismo, el maderero, la actividad agroalimentaria, la transformación de productos o la ganadería, en concreto, a través de los productos del cerdo ibérico que han marcado parte de la economía de la villa a lo largo de su historia. 

Por esta visión positiva también apuesta Marcel Iglesias. "Estas mismas cosas nos generan unas ventajas competitivas que se están manifestando en los últimos años y están convirtiendo a las zonas de montaña en sitios muy atractivos sobre otras zonas rurales de nuestro país", reconoce. Además, Iglesias presume de una "mayor calidad de los productos alimenticios en las zonas de altura debido a su orografía", y de su "extraordinaria belleza" que atrae a personas interesadas en el turismo de actividades al aire libre que "tienen oportunidades de emprender en este sector económico".

Jornadas encaminadas al futuro

Con el título de Capital Española de las Montañas, Candelario tratará a lo largo de todo el 2023 de "poner en valor" estas oportunidades y "ver cómo se pueden aprovechar más". Entre las actividades programadas, habrá tres jornadas de relevancia a lo largo del año. La primera tendrá lugar el próximo 3 de marzo, con un encuentro ibérico-internacional en el que participarán actores europeos, en especial Portugal y España, y en el que abordarán cuestiones de las montañas europeas relacionados con el papel de las universidades, a nivel de desarrollo rural, entornos tradicionales, etcétera. 

Tras los meses de verano, y junto a diferentes actividades deportivas en el entorno natural de la sierra, tendrá lugar el VII Congreso de Asociaciones de Montañas y unas nuevas jornadas más orientadas a los nuevos productos turísticos, según explicó Pablo Hernández. Un programa que desde esMontañas señalan que en los próximos días anunciarán con detalle y que intentarán realizar en "momentos que no sean de gran afluencia turística para contribuir a los negocios locales y que puedan funcionar unos días más fuera de lo habitual".

Candelario recoge el testigo del concejo asturiano de Sobrescobio, municipio que ostentó la capitalidad el pasado año. Un relevo con anécdota incluida. "Ahí ha surgido una cosa bonita con Candelario, pues precisamente la repoblación que sufrió esa zona fue con personas procedentes de Asturias", comenta Iglesias. Antes de ellos, la iniciativa de "generar un polo en el que pudiésemos concentrar gran parte de la actividad deliberativa de esta asociación" comenzó en Morella (Castellón), y continuó en Ainsa en pleno corazón de los Pirineos. 

"Puede parecer un poco exagerado, pero realmente Candelario es un pueblo único", afirma con certeza el alcalde del municipio que se alza con la cuarta Capitalidad Española de las Montañas. El entorno también conquistó a la organización, que no olvidan destacar una "sierra tan espectacular y tan bonita", además de sus "calles pendientes, empedrados y toda esa arquitectura tradicional tan bien conservada". Unas callejuelas que serán las encargadas de abanderar a todos los pueblos montañosos de España y poner en valor un futuro que, aseguran, afrontarán con optimismo.