Ante lo que está pasando
en este mundo infeliz,
en vez de escribir en broma,
en serio voy a escribir
sobre un asunto tan grave,
que no es tema baladí,
para decir NO A LA GUERRA
y a la PAZ decirle: ¡SÍ!
y echarle una regañina
al político PUTÍN
—pronunciadlo bien, lectores,
que tiene acento en la «í»—.
El romance que le espeto,
más o menos, dice así: 

Vladimiro, Vladimiro,
—en ruso, don Vladimir—,
el día que tú naciste
la guerra se vio venir,
pues ya diste mucha guerra
cuando eras chiquitín;
luego ya, más estirado,
fuiste a meter la nariz
en la agencia KGBé
como espía de postín;
y ascendiste como un cohete
y llegaste ya, por fin,
a ser Jefe de la Rusia
y casi zar, Vladimir;
hasta que, hace unos días,
tú decides invadir
a la tu vecina UCRANIA
en un trágico trajín,
matando y gritando en ruso:
—¡Uuuh Crania será pa miií…!
Las lenguas del mundo entero
te acaban de maldecir
y en un ruso macarrónico
te desean todos a ti:
—¡Kasaschov por el kulov,
troika kovkhov tovarich!
Que en la lengua de Cervantes
yo me atrevo a traducir,
suprimiendo palabrotas,
con: ¡Que te den por ahí…!

Modera ya tus delirios,
de grandeza, Vladimir;
reprime el odio que sueltas…
¡No nos jodas más, jolín!
Tú tienes toda la culpa,
la puta culpa, Putín,
de que muera tanta gente,
y abandone su país.
Por tus sueños de locura
y tu ambición, bicho ruin,
nos subirán el petróleo
a trescientos el barril;
subirán los cereales
y los precios del maíz,
y el gas se irá por las nubes
y aún más volverá a subir…
Que es la guerra que tú traes
un continuo frenesí,
una sombra, una tragedia
y un horrendo sin vivir…
¿Tienes, Putín, en tu testa
algunas materia gris
o la tienes medio hueca
o muy llena de serrín?
Más pareces, Vladimiro,
terco y duro de cerviz,
testarudo y obstinado,
zote, zoquete y cerril,
asesino, criminal,
chulo, jeta y bicho vil,
y un virus más peligroso
que el cabrón de La Covíd.
¿Estás borracho perdido,
es el vodka tu elixir?
Pues dicen que expulsas vodka
cada vez que te haces pis
y que meas fuera de tiesto
con  tu maloliente orín.

Entre tanto, en nuestra  Uropa
dicen todos: —¡A mí plim!
Tocando La Marsellesa
está Macrón en París,
y el nuevo jefe alemán
«aconjonado» en Berlín…
mientras Pedro El Embustero,
sigue tranquilo en Madrid;
aunque, a causa de la guerra
se arrepiente de mentir,
pues donde antes dijo NO
ahora nos dice que SÍ,
según anunció en La Secta,
en LaCuatro y Telecín:
—«YO mandaré muchas armas
a la Ucrania a combatir:
miles de ametralladoras
treinta tanques y un fusil,
docenas de lanzacuetes
y escopetas de balín…
¡Verán cómo las gastamos
en esta España Cañí
cuando a nosotros nos tocan
al menos un cataplín…»
—Y aunque tuercen algo el morro,
los de Bildu y los de UNÍ
DAS PODEMOS, dicen «yes»,
que en inglés es decir «sí»—.
—Ay, qué a gusto me he quedado.
con lo que he escrito hasta aquí—.

Y ya, para terminar,
solo le voy a pedir,
en ruso y en castellano:
¡ Pon a esta guerra ya fin!
¡¡ Sal ya de Ucrania, asesino!!
¡¡¡Déjanos en paz, Putín!!