Ávila vivió su primera nevada del año, y del invierno, pero lo hizo con una nieve que prácticamente tan deprisa como vino se fue, sobre todo gracias a que no bajaron demasiado las temperaturas.

Fue en la noche del jueves al viernes cuando la nieve hizo su verdadero acto de presencia de modo que el Centro de Coordinación Operativa (Cecop) activó poco después de las 22,00 el Plan de Vialidad Invernal en su nivel 0 y puso a trabajar a tres camiones, pensando en añadir medios según se necesitara. Para entonces la nieve caía en ventisca y un manto blanco cubría la ciudad. A las 6 de la mañana, el Cecop activó el nivel 1 del plan de vialidad invernal del Ayuntamiento de Ávila, con el objetivo de evaluar la situación, con diferentes medios mecánicos y humanos (camiones, pick ups, barredoras...) tanto del servicio de obras como del de limpieza, así como efectivos de Bomberos y Protección Civil, que se habían ido sumando al operativo a lo largo de la noche y de la madrugada, con el objetivo de dejar expeditos accesos a centros hospitalarios y de salud y a los colegios, además de vigilar la situación en los barrios anexionados. Lo cierto es que en la mañana se logró que no hubiera calles cortadas y la circulación en la ciudad se mantenía sin problemas, lo que llevó a bajar el nivel del plan y posteriormente desactivarlo.

La nieve llegó después de una intensa jornada de precipitaciones lo que hizo que finalmente el jueves la capital abulense acumulara más de 33 litros por metros cuadrado, la cifra más alta de Castilla y León. Durante la jornada del viernes los datos bajaron considerablemente y al cierre de esta edición eran de 3,6.

El alcalde de la ciudad, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, comentó sobre el operativo desplegado que «es verdad que ayudó el hecho de que ya la mayoría de la gente estaba recogida en sus hogares, facilitando el trabajo de los camiones, y que no tuvimos temperaturas muy bajas y no hubo una gran helada, permitiendo que los trabajos se pudieran desarrollar durante toda la noche».

Aseguró el regidor que había sido «una nevada muy bienvenida por parte de todos porque nos hacía mucha falta». «Como saben todos, estamos en una situación de sequía y probablemente no venga a solucionarla completamente, pero tanto las lluvias del jueves como la nevada de la noche del viernes ayudan a paliar parte de esa sequía y por lo tanto estamos muy contentos desde el Ayuntamiento de Ávila de esas precipitaciones  que hemos recibido», afirmó Sánchez Cabrera, quien añadió que «esperamos que la próxima semana se cumplan los pronósticos y también podamos tener algo de lluvia o incluso de nieve, por lo que habrá que ver cómo se desarrollan los próximos días».

En cuanto a la situación en la provincia, la nieve caída desde este jueves llevó a que ayer por la mañana se necesitara el uso de cadenas en varios tramos de la red secundaria de carreteras de la provincia, especialmente en zonas de puertos de montaña, e incluso se cerrara parte del puerto de Peñanegra durante la mañana. Sin problemas en la red principal, la situación se había normalizado al mediodía.

 Para la limpieza de carreteras, el dispositivo de vialidad invernal de la Diputación de Ávila se activó en la tarde del jueves e intensificó sus trabajos desde las 7 de la mañana del viernes para despejar la red provincial de carreteras. En algunos puntos de la AV-P-637 se acumularon hasta 20 centímetros de espesor.

Los trabajos estuvieron facilitados por la blandura de la nieve en algunas zonas, según recordó el vicepresidente tercero y diputado de Cooperación Económica e Infraestructuras, Federico Martín. Sí habló de zonas donde hubo más problemas por el viento que «vuelve a meter en las calzadas la nieve apartada».

Estaba previsto continuar repasando la limpieza a lo  largo de la jornada.