El turismo rural inició el año 2023 con mal pie

I.Camarero Jiménez
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Los 4.347 viajeros y las 10.012 estancias dejan a la provincia alejada de los primeros puestos del ranking nacional

Mal inicio de año para el turismo rural abulense - Foto: David Castro

Los datos de turismo rural publicados este jueves por el INE no deparan buenas noticias para el sector en nuestra provincia de Ávila. Se trata de las cifras de un enero que deja pérdidas respecto al año 2022 que se cuantifican en 668 viajeros menos y 1.978 pernoctaciones menos también, o lo que es lo mismo un retroceso del 13,3% y del 16,5% respectivamente.

En números, los visitantes que se hospedaron en alguna de las casi 700 casas con las que cuenta la provincia (697 según el INE) sumaron exactamente 4.347 y sus estancias 10.012. Por supuesto y como es habitual se vuelve a demostrar que el turista extranjero no es muy partidario de este tipo de turismo pues en todo el mes llegaron 142 extranjeros que dejaron 364 pernoctaciones. Esto quiere decir que casi el 97% de nuestro visitante es español y sus estancias superan también el 96%. O dicho de otro modo de cada 100 turistas rurales que nos llegan sólo tres son de fuera del país .

Mal la comparativa con el año 2022, tampoco es buena si echamos la vista más atrás,salvo si nos fijamos en un 2021 marcado por las restricciones que dejó al sector entonces muy tocado. En el primer mes de ese año fueron sólo 339 visitantes y poco más de 2.000 pernoctaciones, pero claro, las circunstancias mandaban.

Lo dicho, si nos vamos a los meses de enero previos a la llegada de la covid-19 los datos aún empeoran más. Así, en enero de 2020 (la crisis llegó en marzo) fueron 5.529los visitantesy pernoctaron casi en 13.000 ocasiones; un año antes, en aquel lejano y normal 2019 fueron incluso más los viajeros: 5.918 viajeros y casi las mismas pernoctaciones: 12.833.

Viéndolo de forma global lo cierto es que no ha sido un buen mes de enero. Además, Ávila queda relegada a un décimo puesto a nivel nacional y eso es mucho decir teniendo en cuenta que suele estar en puestos de cabeza y más puesto que Castilla y León está a la cabeza del sector.

En cuanto a la oferta  en general se ha visto reducida de manera considerable con respecto a todos los años anteriores salvo el 2021 (ya se sabe que por las restricciones).

En 2023 el sector inicia la andadura con 697 establecimientos y 5.422 plazas;un año atrás eran 726 y 5.758;números parecidos a los de 2020, con 730 y 5.728 respectivamente.

Pese a ser menos esa oferta, la ocupación disminuye y eso se debe a que nos llegan menos visitantes. Así, si ahora no llegamos a un 6% de ocupación por plaza, que sube a un 15,3% en fin de semana;en 2022 era de casi el 7 y el 15,7%;en 2020 del 7,2 y del 17 y en 2019 del 7,4 y el 21%. En definitiva, ahí también empeoramos.

Buscamos entre las cifras el dato positivo y ése en cierto modo pasa por el empleo.Los 888 trabajadores son más que los que había en 2020 y por supuesto que en 2021, con 806 y 703 respectivamente. Ahora bien, estamos peor que en 2022 cuando eran 945 trabajadores, 57 más (se ha perdido un 6%) y también son menos que los 979 de aquel 2019, 91 menos concretamente y con un retroceso del 9,3%.

De todo ello hablamos con Daniel Pérez quien está a cargo de la asociación de turismo rural de  CEOE Ávila y quien explica que lo que ahora se ve con los datos del INE de enero viene a confirmar lo que «es una tendencia desde el mes de diciembre».De algún modo arrastramos el problema desde el último mes de 2022 porque para acabar el año, el puente de diciembre fue «de los peores que se recuerdan» y aunque luego a finales de aquel mes y a principios del siguiente, del enero del que estamos hablando, «mejoró la situación, no fue suficiente». 

Ya avanzaba a Diario de ávila que esta mala racha «creo que seguirá, e incluso con peores datos, en el mes de febrero que acaba de terminar». Son épocas de invierno en las que el turismo lógicamente baja «de hecho ya hay establecimientos que entre enero y marzo echan el cierre». «De manera puntual, no definitiva», matiza, pero son meses que los que no están abiertos no contarán en la estadística. La situación es complicada porque los costes de mantenimiento de estos negocios «son altos, máxime en invierno por tema de calefacción sin ir más lejos, pero es que encima bajan los visitantes».

No se puede tampoco repercutir en los precios porque «Ávila, Castilla y León y comunidades como Extremadura o Castilla La Mancha y Galicia tienen los precios más bajos al respecto» y estos además «no se pueden subir porque hay mucha competencia». De momento es la interpretación que hace para Pérez para Diario de Ávila y que no hace más que reflejar la realidad de los datos del INE.

Lo que no refleja el INE es, cuenta el representante de CEOE, « el excesivo endeudamiento que tienen los profesionales del sector, muchos de los cuales acudieron a los créditos ICO en pandemia, créditos que ahora hay que devolver», finaliza