Los presidentes de los foros por la memoria de Ávila y del Tiétar, es decir Bruno Coca e Isabel Fernández se reunieron este martes con el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano, en aras a clarificar cómo está la situación de todos aquellos vestigios franquistas que aún perviven en zonas públicas de municipios abulenses y que ellos mismos se han encargado de recopilar en un catálogo. 

Tras el encuentro, Coca, se encargó de trasladar a los medios que con Galeano «está abierta la colaboración» y habrá «pleno contacto» pero también que es preciso la elaboración de un reglamento por parte del Gobierno para que toda vez se proceda a la obligada retirada de esa simbología «no queden cabos sueltos» ni posibilidad de reclamaciones. Es, de algún modo, un primer acercamiento y han puesto plazo al segundo pues entienden «que urge la elaboración del reglamento»;por ello se reencontrarán a final de mayo. 

Mientras tanto este martes daban traslado también de algunos de los ejemplos que sigue habiendo contra la Ley de la Memoria Democrática. Explicó Coca que de manera aleatoria los representantes de estos foros han visitado más de medio centenar de municipios abulenses en los que han catalogado hasta 80 vestigios franquistas entre los que hay un poco de todo. Cruces con simbología tal como el yugo y las flechas o con la espiga y el martillo y  placas con el listado de los 'caídos' del bando sublevado, junto a otros elementos de iconografía religiosa, e incluso placas en puertas de viviendas que también habría que retirar porque están en una situación de ilegalidad.También hay calles, muchas calles, que deberían haber cambiado ya su nomenclatura. Las hay en la capital abulense -y eso que recoradaba que hubo un acuerdo de Pleno municipal al respecto de julio de 2018-, en El Barraco, en El Tiemblo, en Solosancho, en Pascualcobo... en Gallegos de Sobrinos. Precisamente allí, ponía el ejemplo, cuando «estuvimos para contrastar» que lo que había seguía estando recuerda Coca que «entramos por la calle Calvo Sotelo, recorrimos General Moscardó y salimos por José Antonio Primo de Rivera».

Toda esa simbología «de lugares públicos hay que retirarla», recordó, y en el caso del interior de inmuebles ponía de manifiesto que por ejemplo si hablamos de iglesias o Bienes de Interés Cultural si se convocan subvenciones y esa simbología se sigue manteniendo no podrán recibirla por ese motivo. Para Bruno Coca «es increíble lo que hay» y más cuando han pasado 40 y tantos años de la muerte de Franco y que haya habido tres leyes al respecto, la de 2007 que es estatal, el decreto de la Junta de Castilla y León y también la Ley de Memoria Democrática. Además se mostró preocupado por el periodo electoral que se avecina pues tras los comicios podrían surgir situaciones que paralicen, entorpezcan o interrumpar la retirada de esos vestigios.