La Adrada abre la temporada taurina

Juan Andrés Cartón
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El festejo congregó al rejoneador Pablo Donat y a los espadas Javier Castaño y José R. García 'Chechu'

La Adrada abre la temporada taurina

Este domingo, primero de febrero, se abrió la temporada taurina en la provincia de Ávila, concretamente en La Adrada y en un horario, bien es verdad,  no muy taurino. Fue a las 12 de la mañana y con un festejo que no suele ser habitual por estas fechas pero con el que la localidad celebró a San Blas. Fue bajo la organización del empresario taurino Mario Hidalgo quien compuso un cartel para estos comienzos de temporada atrayente para los aficionados del Valle del Tiétar y que estuvo formado por el rejoneador  Pablo Donat, y los espadas Javier Castaño y José Ramón García 'Chechu'. 

En una mañana con muy buena temperatura se lidiaron toros de la ganadería de Lora Sangran, muy bien presentados y que dieron juego y movilidad tanto en el de rejones como en lidia ordinaria, siendo aplaudidos en el arrastre 1º,2º y 4º.También destacar que fue devuelto el tercero por lastimarse un pitón.

Pablo Donat logró con su faena una oreja, Javier Castaño, de lila y oro, dos orejas y rabo, dos orejas y rabo; y José Ramón García Chechu, de azul rey y oro, división de opiniones y pitos. En el segundo, dos orejas.

La Adrada abre la temporada taurinaLa Adrada abre la temporada taurinaAbrió el festejo el joven rejoneador Pablo Donet, con alternativa del 10 de septiembre del 2022, de la mano del rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza en la localidad de Onteniente, Valencia. Este rejoneador, que lleva al máximo la idea del toreo a caballo puro, utilizó cinco caballos de su cuadra:  Bucanero, Jarapuz, Nalón, Odín y Bacano. Dejó toques de espectacularidad, dado la frescura en los de castigo y banderillas exponiendo en su labor, citando de frente y dando los pechos de las cabalgaduras incluso llegando al límite en alguna ocasión en los embroques. Con la suerte suprema, el rejón de muerte no cayó muy ortodoxo teniendo que entrar tres veces. Cortó una oreja.

En lidia ordinaria el mayor de los Castaño, Javier, saludó a su primero con un buen toreo a la verónica manejando el capote con lentitud y limpieza y rematando en los medios de muy bonita manera. Se le castigó poco al toro en varas y, con dos pares de banderillas, el salmantino abrió su muleta junto a tablas para comenzar su toreo fino y demostrando que está en forma en estos comienzos de temporada. No ha perdido el diestro ese embrujo de su toreo de temporadas pasadas y demostró que a La Adrada no venía a pasar al rato. Manejó la mano derecha con temple,  alargando los muletazos y sacando series de largura y ligando muletazos, rematados con el de pecho. Con la mano izquierda ligó varias series  de muy buena fractura lo que animó al respetable a jalear esos muletazos.Con el acero dejó  una excelente estocada en lo alto que derribo al toro sin puntilla y se le otorgaron los máximos trofeos.

En su segundo oponente, el salmantino volvió a dejar muestras de su buen momento e interpretó otra faena de mérito con el dominio del toro por el pitón izquierdo. Un astado que tomaba la muleta con ritmo y largura, lo que aprovecho Javier Castaño para lucir un magnífico toreo al natural y llevando al toro hasta el final del muletazo, además de consiguiendo rematar con vistosidad esos lances. El toro por el pitón derecho tenía el recorrido más justo y a Castaño le costó más, pero al final le sacó partido. Otra buena estocada, algo desprendida pero que fue suficiente para que el públicopidiera los máximos trofeos que se le concedieron y así conseguir salir en hombros del coso. Este torero está pidiendo a gritos por lo demostrado hoy que se le abran las puertas de algunas ferias importantes.

José Ramón García 'Chechu' saludó de buenas maneras con el capote a su primer enemigo, que apretó en el peto del picador de turno pero, al salir del encuentro, el toro clavó los pitones en la arena y salió lastimado. Con un pitón roto se vio el presidente obligado a su devolución. Este incidente enfrió la labor del madrileño que se desconcentró. No estuvo metido en la faena de muleta con el que sirvió de remplazo. La faena duró poco más que un ligero trasteo, yéndose a por la espada y clavando en el sitio recibió división de opiniones con algunos pitos.

En el que cerraba plaza el madrileño intentó sacarse la espina y llegó a dar buenos muletazos por ambos pitones, pero muy crítico el público con él no pudo terminar de lucirse. Tras varios fallos con el acero clavó una estocada algo desprendida, y se le otorgaron dos orejas.