Reducir la factura eléctrica hasta cerca de la mitad. Ése es el objetivo del convenio de colaboración que este viernes suscribieron en Nava de Arévalo el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, y el presidente de la Comunidad de Regantes del Río Adaja, Juan José Rodríguez, para la construcción de tres parques fotovoltaicos en las estaciones de bombeo de esta comunidad, situadas en las localidades de Magazos, Nava de Arévalo y Gutierre-Muñoz.
Las actuaciones previstas dotarán de energía fotovoltaica el regadío de las 6.467 hectáreas que administra la citada comunidad de regantes, lo que, destacan desde la Consejería de Agricultura, «les aportará una importante independencia energética y una reducción de costes que mejorará la competitividad y rentabilidad de sus explotaciones». No en vano para este año el gasto en electricidad en esta comunidad de regantes se estima en cerca de 800.000 euros, cifra que prácticamente triplica la factura que hasta hace un par de años pagaban estos agricultores por la electricidad necesaria para bombear el agua de estos embalses hasta sus cultivos, como apuntó Juan José Rodríguez.
Las actuaciones a desarrollar, pendientes aún de la elaboración de los correspondientes proyectos, supondrán una inversión total de 1,47 millones de euros que, a tenor de este convenio, financiará al 50 por ciento la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural a través del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), corriendo el otro 50 por ciento por cuenta de la comunidad de regantes.
El convenio también detalla que la Junta de Castilla y León licitará las obras y realizará la dirección de obra y la coordinación de seguridad y salud.
La previsión es que estos tres parques fotovoltaicos puedan estar instalados en un plazo de entre «ocho y diez meses», con la idea de que «el próximo año ya se pueda regar utilizando la energía solar como fuente alternativa de la eléctrica», aseguró el consejero.
Con la firma de este convenio, la Comunidad de Regantes del Río Adaja se une a otras entidades que han apostado ya por la implantación de este tipo de energía en sus regadíos de la mano de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
Estos acuerdos, apuntó el consejero, ya sobrepasan las 60.000 hectáreas comprometidas al inicio de legislatura, lo que corrobora la apuesta de la Administración autonómica «por contribuir a la reducción del coste energético en los regadíos modernizados». En este sentido Dueñas señaló que una de las «estrategias» de la Junta y en este caso de su Consejería es apoyar «el ahorro y la eficiencia energética en los regadíos, teniendo en cuenta que el coste de la energía eléctrica se ha disparado, hasta triplicarse, y el sector ha estado sin la posibilidad de tener doble tarifa». «Hay que intentar en lo posible eliminar esa incertidumbre de ese sobrecoste energético para que el sector agrario sea más sostenible tanto económica como medioambientalmente», afirmó el consejero desde Nava de Arévalo donde apuntó que convenios como éste pueden «favorecer el crecimiento de industria agroalimentaria en el entorno y generar esa economía que necesitamos para mantener los pueblos».
«Con lo que nos vamos ahorrar en electricidad creemos que en tres o cuatro años se puede amortizar esta inversión que además financia al 50 por ciento la Consejería», apuntó por su parte el presidente de la Comunidad de Regantes del Río Adaja que para hacer frente a esta inversión recurrirá a «un préstamo a quince años».
Maíz, remolacha, patata, cebolla, puerros o alfalfa son algunos de los cultivos de esta comunidad que cuenta con 200 regantes.
apuesta por las renovables. En esta legislatura, recuerdan desde la Consejería, se han firmado convenios de fotovoltaicas con las comunidades de Vegas del Almar, Páramo Bajo y Presa de la Tierra, que se han unido a otras actuaciones anteriores, que se están desarrollando en esta legislatura. Apuntó así mismo Dueñas que una de las líneas en las que se está intentando avanzar más es con las comunidades de aguas subterráneas que deben hacer frente a un importante coste energético para extraer agua cuando el caudal está más bajo. «Hay que apostar por esas fuentes alternativas de energías», sentenció.