Santa Teresa es "regalo inmenso para la Iglesia y para Ávila"

B.M
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El cardenal presidió la misa que cierra el IV Centenario de la Canonización de Santa Teresa, que se celebró en la basílica levantada en su casa natal

Santa Teresa es “regalo inmenso para la Iglesia y para Ávila”

"Es un regalo inmenso para la Iglesia y para Ávila". Así definió el cardenal Ricardo Blázquez a Santa Teresa durante la eucaristía de cierre del cuarto centenario de su canonización, una misa que se celebró en la basílica de La Santa, levantada, como él mismo recordó, en la que fue la casa natal de la mística abulense.

Este domingo se cumplían 401 años de la canonización de Santa Teresa y el cierre de esta celebración (el Año Jubilar continúa hasta el 15 de octubre) se hizo con una eucaristía que llenó la basílica de La Santa y que estuvo presidida por Blázquez, con los carmelitas concelebrando, y con la asistencia de autoridades como el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, junto a otros miembros de la corporación, o el diputado José Luis del Nogal, en representación de la Diputación de Ávila. Junto a ellos, los fieles que llenaron todos los bancos del templo e incluso fue necesario utilizar sillas adicionales. También algún grupo de turistas que pasaba con discreción.

La comitiva religiosa partió del convento de La Santa, pegado a la basílica, para entrar desde el exterior al templo y pasar por el pasillo central hasta el altar, a uno de cuyos lados estaba el conjunto escultórico formado por las imágenes de Santa Teresa y Cristo atado a la columna, tal y como fue concebido por Gregorio Fernández. Es la misma imagen que este sábado procesionó por la ciudad en la conocida como procesión de las 'Meditaciones'.

Tas la lectura del Evangelio por parte del prior de La Santa, David Jiménez, llegó el momento de la homilía de Blázquez, que comenzó agradeciendo poder participar en el cierre del centenario de la canonización porque "el amor hacia Santa Teresa ha ido arraigando en mi corazón". Habló de una Santa que suplicaba al señor esa "agua" que va encaminada a la vida eterna, una santa que fue canonizada hace 401 junto a otros cuatro santos, todos "admirables".

Recordó que Santa Teresa tuvo "su conversión más profunda" ante un Cristo "muy llagado" y habló de ella como "admirable por tantos capítulos" pero "especialmente admirable por su santidad". Ya antes de su canonización, rememoró, fue "una manifestación de la vitalidad de la Iglesia" y tras la canonización se pudo tener su "intercesión", "que nos estimule en el camino de la vida".

"Santa Teresa es una amiga nuestra", aseguró, y con ella se está viviendo un Año Jubilar por el que se conmemora un acontecimiento de una persona singular, nos ayuda a la memoria de Cristo y se convierte, como es el Año Jubilar Teresiano, "en un año de gozo, de alegría, de gratitud".

Se refirió a Santa Teresa como ese "regalo inmenso para la Iglesia y para Ávila", como una mujer excelente, santa, carmelita, escritora admirable, patrimonio de la humanidad y "fundadora por tantos caminos". Tuvo, recordó, "una vida entera al servicio de Dios, el Evangelio, la Iglesia y la sanidad". Es, insistió, "un regalo de Dios para todos nosotros".

Destacó el cardenal Blázquez que el cierre de la celebración de la canonización fuera en la iglesia levantada en la casa natal de Santa Teresa y también que se hiciera junto a un "grupo escultórico precioso", testigo de un momento en el que se pide a Santa Teresa que sea "estímulo" con su ejemplo y ayude a seguir por el camino "de la fidelidad". Pidió además ver sus escritos y mantener "la memoria de las andanzas" de una mujer que se mantuvo "en la brecha sabiendo que nunca le faltaría el Señor".

La clausura del centenario de la canonización se enmarca además en las actividades del Año Jubilar Teresiano que se prolonga hasta octubre y que tiene en marzo un mes muy especial. Entre los actos que habrá en los próximos días se incluyen conferencias, visitas guiadas, presentaciones, talleres infantiles, conciertos y la celebración del 508 cumpleaños de Santa Teresa, el 28 de marzo, con encendido de velas en la basílica de La Santa.