UCCL informa del alza de precios de la que «no tenemos culpa»

I.Camarero Jiménez
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A pie de una de las grandes superficies del polígono de Las Hervencias ubicaron una mesa con productos que han experimentado subidas y concretando lo que agricultores y ganaderos perciben realmente y que a veces no cubre ni los costes de producción

UCCL convocó este  lunes un acto  en las inmediaciones de uno de los supermercados del polígono de Las Hervencias en la capital abulense para, desde una mesa informativa, explicar al consumidor entre otros asuntos que el incremento que han notado en la cesta de la compra «no es culpa ni de los agricultores ni de los ganaderos». Al frente de la iniciativa el máximo responsable de la organización en Ávila Jesús Muñoz quien indicó que este acto era una «campaña de sensibilización» para que «la sociedad no piense que nosotros somos los culpables de la subida de los precios en los productos de primera necesidad». Al tiempo argumentaba que este alza se debe a otros factores «de los que tienen la culpa, principalmente, las grandes superficies y el propio Gobierno por no regular los precios, algo que ya se tenía que haber hecho».

Sobre la mesa, varios ejemplos de subida de precios en ocasiones ligada a la Guerra de Ucrania. Era el caso de los cereales. Además quiso informar de que esos cereales ahora mismo «no están en manos de los agricultores, sino de los almacenistas que son los que verdaderamente se están beneficiando de una subida» que, por otro lado no es tal puesto que tras ella están a su vez los incrementos de los precios de los fertilizantes, el gasóleo o la electricidad con unas subidas «disparatadas e inéditas». Recordaba que el gasóleo agrícola que el año pasado estaba a 40 céntimos ahora se paga a un euro; la electricidad, decía «ha subido un 200%» y  los fertilizantes también se han incrementado de precios.

Ponía el ejemplo de algo tan usadopor las amas de casa como los garbanzos. Esos que a ellos les cuesta producir 0,45 euros el kilo y por los que perciben 0,69 y que sin embargo al consumidor se lo hacen pagar a 2,6 euros el kilo. En este caso el agricultor cubre el coste de producción pero hay otros en los que ni siquiera  llegan a ello pese a que por Ley -aprobada por el gobierno recientemente- no debería de ser así. Es el caso de la leche, cuyos costes de producción estarían en los 0,42 euros/litro. Sin embargo perciben en la actualidad 0,37 (tres céntimos más que en el 2021). Un producto que a la hora de llegar al consumidor está rondando el 0,70.

Es por eso que la responsable de lácteo en UCCL, Adoración Martín, especificaba que es un producto que ha subido considerablemente, 14 céntimos para ser exactos y de los que a ellos les llegan tres. En este sentido se preguntaba: ¿Dónde están los otros 11 céntimos? Pregunta retórica, en cualquier caso, ya que apuntaba a los intermediarios y a las grandes superficies, a la distribución y a la industria como destinatarios del beneficio. Los aumentos se deben a las políticas que usan, decía, «las grandes cadenas -con gran cuota de mercado- y que no repercuten en el eslabón final que son agricultores y ganaderos». Altiempo criticaba que la ley de precios justos «no sirve para nada porque tiene un contenido legal y un vacío legal muy grande y que no hay voluntad política para hacerla cumplir y aplicarla con contundencia» 

Muñoz afirmaba que han sido las frutas y las hortalizas las que mayor incremento de precio han experimentado y ponía el ejemplo de la patata, con un coste de producción de 0,20 y que se paga a 1,40 por parte del consumudor (mientras que el productor recibe 0,17). Multiplica su precio por siete pero a ellos no les llega para cubrir costes, claramente.

En cualquier caso la campaña informativa a pie de supermercado también quería trasladar al consumidor el hecho de que los productos españoles «tienen gran calidad, trazabilidad y todos los requisitos» cuando a las grandes superficies están llegando otros que no cumplen con esos requisitos.

Lo único bueno que ha tenido la guerra ha sido -decía Muñoz- «que está haciendo pensar a los políticos de Europa que hay que producir alimentos, dejando un poco de lado esa PAC 'verde' de los últimos años» que les obligaba a dejar tierras en barbecho y sin producir. El consumo es necesario y los alimentos también y eso se ha visto con la guerra que por otra parte «siempre son negativas».

Lo mismo ocurre con productos  como el conejo, perciben 1,90 en las granjas y en tiendas superan los 6 euros. O con el vacuno que «no cubrimos los costes de producción. El precio de la canal de cebo no lo cubre y estamos hartos de que nos culpen de todo». A renglón seguido apuntaba que «ya hay cebaderos, sobre todo los pequeños, que están cerrando», apuntaba Antonio Jiménez, también miembro del comité de  UCCL. «Esperemos que alguien tome decisiones y que pare esto».