La planta de Nissan en Ávila ha parado su producción durante esta semana por la demanda a la baja del mercado en cuanto a la provisión de piezas para recambios de carrocería de la Alianza Nissan-Renault-Mitsubishi, una de las actividades que se lleva a cabo en la factoría de Las Hervencias. Todos los trabajadores del área de producción, unos 400, se incluyen esta semana en el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) rotatorio que desde el pasado otoño se aplica en la planta, en el marco del proceso de reconversión de Nissan Ávila como centro de recambios para la Alianza.

El presidente del comité de empresa, Felipe González, explica que en este parón han influido la situación que ya tenía la planta antes de decretarse el estado de alarma, en la que aproximadamente media plantilla se encontraba en ERTE por el periodo de transición existente, y la evolución a la baja del mercado de recambios de carrocería por la crisis de la COVID-19. “Desde que nos reincorporamos al trabajo tras la inactividad por el estado de alarma hemos sacado adelante las producciones pendientes, pero los almacenes se han llenado y de momento el mercado europeo está muy parado”, lo que se relaciona con la falta de movilidad de los vehículos, apunta.

González desvincula esta situación de la decisión anunciada la semana pasada por la multinacional de cerrar la fábrica de Barcelona en el mes de diciembre, no en vano la firma nipona aseguró que la planta de Ávila no estaba afectada por el cierre al tener su propia actividad industrial y un área de negocio distinto.

Además de esta semana sin producción, la previsión es que en las dos próximas semanas la factoría solo tenga tres días de producción cada semana, algo que ya venía ocurriendo alguna semana antes de decretarse el estado de alarma por el proceso de transformación en marcha, según informa el comité de empresa.