TCM con el orgullo

SPC
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La cadena emite una selección de películas de temática LGTBIQ+ cada noche de junio, entre las que se encuentran la clásica 'Brokeback Mountain' o la innovadora 'Solo nos queda bailar'

TCM con el orgullo - Foto: Nicola Dove

Como todos los años, durante el mes de junio y la primera semana de julio, se celebrarán en todo el mundo las jornadas del Orgullo LGTBIQ+, una fecha en la que se reivindica la libertad sexual y la tolerancia, se denuncian los prejuicios que todavía existen en nuestra sociedad contra gais, lesbianas y transexuales, y se reconoce la importancia que las personas LGTBIQ+ tienen en la vida diaria. Y, como todos los años, TCM se une a esta celebración con una programación cinematográfica especial. Así, cada día del próximo mes, a las 10 de la noche, se emitirá una película que aborda, desde distintos ángulos y perspectivas, la vida y los problemas de este colectivo.

En el especial se podrán ver títulos como Tomboy, la segunda película que dirigió la cineasta francesa Céline Sciama y que ganó en 2011 el premio Teddy, el galardón que se otorga en el Festival de cine de Berlín a las películas que reflejan mejor la vida de personas lesbianas, gais o trans. Tomboy cuenta la vida de Laure, una niña de 10 años que, durante las vacaciones de verano, se presenta ante sus nuevos amigos como un chico, Mikhael. También se emitirá Girl, de Lukas Dhont, un filme en donde vemos a Lara, una adolescente de 15 años, que sueña con convertirse en bailarina y que está en pleno proceso de transición de género.

A lo largo de todo junio los espectadores de TCM tendrán la oportunidad de ver cómo ha evolucionado con los años la forma en la que se ha presentado en el cine la homosexualidad. Películas clásicas, como La gata sobre el tejado de zinc, Reflejos en un ojo dorado, Muerte en Venecia o De repente, el último verano, abordaban la temática gay de una forma sutil y, en algunos casos, como una pesada losa con la que había que convivir.

Pasados los años el cine fue abriendo su campo de visión y se pudo ver a personajes abiertamente homosexuales en películas como Mi hermosa lavandería, de Stephen Frears; Fresa y chocolate, de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio; Mi Idaho privado, de Gus Van Sant; Brokeback Mountain. En terreno vedado, de Ang Lee; Happy Together de Wong Kar-Wai o Carol, de Todd Haynes.

Un paso más allá

Pero algunas cintas han dado un paso más. No solo bastaba la representación, sino también mostrar la reivindicación activa. Y así, en las últimas décadas, se han podido ver largometrajes de distintas nacionalidades en las que se refleja el orgullo por vivir la condición sexual que cada cual desee. Es el caso de Pride, dirigida en 2014 por Matthew Warchus, que traslada al verano de 1984 cuando, durante la manifestación del día del Orgullo Gay en Londres, diversos grupos de estos colectivos se dedicaron a recaudar dinero para ayudar a las familias de los mineros en huelga. O Solo nos queda bailar, la película sueca dirigida por Levan Akin, que muestra las dificultades de asumir la condición sexualidad en países como Georgia.

La cadena TCM explica que la representación importa, por eso «mostrar en el cine y en la televisión, con total normalidad, la diversidad sexual y de género que existe en la sociedad es esencial para que ninguna persona se sienta aislada». 

Es cierto que en el mundo audiovisual hay cada vez más historias que incluyen personajes LGTBIQ+ en sus tramas e historias, pero todavía no son suficientes, reconoce desde la televisión.