Editorial

El 'invierno duro' en Europa y la importancia de la vacunación

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Buena parte de los países europeos están afrontando la llegada del frío de forma parecida a como lo vivió hace un año España en relación con la pandemia. Este mismo martes, el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge, ha advertido de la dureza que va a suponer el invierno ante el repunte de casos, consolidando a esta región como el «epicentro» actual de la pandemia.

La dureza con la que el coronavirus se ha desplegado por España ha sido demoledora y extraordinaria, hasta el punto de que se comienza a hablar de una hipotética sexta ola (por el incremento de casos detectados), mientras otros países están afrontando la tercera o cuarta, superadas en nuestro país hace meses. Pero también es cierto que la gravedad de la mayor parte de los casos no está tensionando sobremanera el día a día de los hospitales ni las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Esto es posible por el alto índice de vacunación que se ha venido ejecutando desde hace casi once meses. Los españoles han acudido en masa a los llamamientos que han hecho las autoridades sanitarias, aunque aún hay flecos que se pueden perfilar.

Un país siempre referente como Alemania, que apenas ha llegado a un 70 por ciento de población vacunada (recordemos que los científicos apuntaban esa cifra como esencial en el camino hacia la inmunidad de la población cuando llegaban a cuentagotas las primeras dosis del suero), tiene ahora una sanidad enormemente tensionada, llegando a retrasar tratamientos de emergencia, como la atención a pacientes con tumores, o accidentes cerebrovasculares y coronarios debido a la gran carga que soportan las UCI germanas. Su nivel de contagios supera los 210 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en España se superan ligeramente los 50 casos. En esta ocasión, el esfuerzo de la Administración y el compromiso y responsabilidad de los ciudadanos permite a los españoles afrontar con mayores garantías las exigencias del segundo invierno pandémico, momento en el que se agravará la situación.

El reto de España ahora está en fomentar la vacunación de los menores de 12 años, a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se posicione, aunque no será hasta dentro de un mes aproximadamente. Todo ello a pesar de que la homóloga estadounidense ha aprobado ya vacunas para este grupo de edad y ha comenzado a administrarlas. Buena parte de los casos de España se están propagando entre la población menor de 12 años, hasta el punto de tener que cerrar aulas o incluso algún centro. Estas noticias esporádicas se empezarán a convertir en rutinarias según avance el invierno si no se toman medidas verdaderamente eficaces para este ámbito, como la vacunación. El virus ataca a los más indefensos, y ahora ese grupo de edad es el más expuesto.