Los superhéroes también son bajitos

E.Carretero
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Los aplausos que cada tarde grandes y pequeños dirigen a los sanitarios que estos días se enfrentan al coronavirus se dedicaron este sábado a los niños y niñas, que han entendido que quedarse en casa es la mejor forma de vencer a este villano

Los superhéroes también son bajitos

Los héroes de los que les vamos a hablar hoy no llevan capa, ni tienen superpoderes, aunque con sus alegres ojos y su sonrisa son capaces de hacer magia. Además, son bajitos, tanto que muchos incluso necesitan utilizar cojines para llegar a la mesa donde comen y alzas y sillas especiales para viajar en coche. A veces también se tienen que subir en un taburete para lavarse los dientes, o los que les quedan, porque estos héroes son tan generosos que sin dudarlo entregan sus blancas piezas al Ratoncito Pérez a cambio de unas pocas monedas o de alguna pequeña sorpresa.

Estos pequeños valientes que hoy se asoman a la contraportada de este periódico están demostrando ahora más que nunca que para ser un superhéroe no hace falta volar ni tener poderes supersónicos. Ellos han entendido mejor que nadie que al terrible villano que se ha empeñado en destruir nuestra sociedad se le combate sin salir de casa, aunque ello signifique no pisar  la calle durante semanas, no ir al colegio por mucho que a uno le gustara Sociales o Plástica, no jugar en el parque pese a que las flores empiezan a nacer, no montar en bici aunque tras la ventana el sol luzca radiante e incluso no ver a los amigos. Y esto último es para muchos lo peor de lo peor. Sin embargo, y pese a la adversidad, estos valientes de los que hoy les hablamos han comprendido que a veces los héroes tienen que hacer sacrificios para salvar a la gente. Y así lo hacen, con una sonrisa y con la esperanza de que todo esto pase cuanto antes.

Y fíjense si los héroes  a los que nos referimos son valientes y generosos que cada tarde, desde que el monstruo del coronavirus se empeño en hacernos daño, se asoman a sus balcones o salen a la puerta de sus casas, eso sí sin franquear la entrada, para aplaudir a otros héroes, en este caso a los que se enfrentan cuerpo a cuerpo con el virus y que visten bata verde, o a veces blanca, e incluso ultimamente bolsas con las que protegerse de los golpes que les intenta asestar el malvado COVID-19. Y lo hacen todas las tardes, a las ocho, sin demora. Y aplauden muy fuerte, tanto que sus aplausos a veces se escuchan en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles y en los centros de salud donde el personal sanitario se enfrenta al malo.

Los superhéroes también son bajitosLos superhéroes también son bajitos - Foto: David CastroEste sábado nuestros pequeños valientes también asomaron sus cabecitas por las ventanas y balcones. Lo hicieron un poquito antes de lo habitual y de hecho algunos se lo perdieron porque (que no se entere nadie) estaban echados la siesta porque lo de ser un superhéroe también es cansado. Sin embargo este sábado los aplausos no los dieron ellos sino que se los dieron sus papás como agradecimiento a lo bien que están luchando contra ese monstruo en forma de  virus, aunque ello implique que de momento su día a día discurra entre cuatro paredes.

¿Verdad que tenía razón al decir que esta historia iba de héroes?