La asociación Euforia valora positivamente la Ley Trans

E.Carretero
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Pese a que se permite la autodeterminación de la identidad para menores de edad, la asociación de familias con hijos y adolescentes trans lamenta que no se incluya a los menores de menos de 12 años y las personas no binarias

La asociación Euforia valora positivamente la Ley Trans

 La pasada semana el Congreso aprobaba definitivamente la Ley Trans que, entre otras cuestiones,   permite la libre autodeterminación de género, o lo que es lo mismo: que una persona pueda cambiar de mención  de  sexo en sus documentos a partir de una determinada edad solo con un trámite, que durará en el mejor de los casos más de cuatro meses,  en que manifesta su voluntad de hacerlo, sin necesidad de informe médico ni de tratamientos hormonales ni operaciones. 

En concreto, con esta ley, el cambio de la mención de  sexo se permite con la realización de un trámite en el Registro Civil a partir de los 16 años y sin ningún requisito mientras que en los casos de jóvenes de entre 14 y los 16 años es necesario el consentimiento de los padres o tutores legales. Para los menores de entre 12 y 14 años, será imprescindible la autorización de un juez. 

«Como asociación de personas con menores y adolescentes trans estamos muy contentas con la aprobación de esta ley», asegura Isabel Martín, responsable en Castilla y León de la asociación Euforia Familias Trans-Aliadas, que recuerda que asociaciones como la suya llevan «cinco años peleando muy duro» para conseguir esta modificación y lamenta que en ese tiempo «hemos  tenido que sufrir mediáticamente muchos bulos sobre las identidades trans y la infancia trans» y que, incluso, «las familias que acompañamos a nuestras hijas y nuestros hijos hemos sentido un cuestionamiento».

Aunque satisfechos con la Ley, para Eurofia esta norma tiene un pero y este es que pone los 12 años como límite para el reconocimiento de la identidad en los documentos, lo que, asegura Martín, «limita a las familias  con hijos e hijas menores de esa edad». 

Eso sí, la anterior  incorpora avances con respecto a la anterior normativa, que era de 2007 y «cerraba la puerta a menores de edad para cambiar de sexo en el Registro y, además, obligaba a presentar un informe médico que acreditara dos años de tratamiento hormonal». «Los menores de cierta edad no solo no pueden tomar hormonas sino que, además, muchos no quieren, con lo que la anterior ley obligaba a la juventud trans a tomar hormonas para poder acceder al cambio de género en el Registro», lamenta Martín que apunta que de hecho en 2018 el Tribunal Constitucional ya había declarado inconstitucional esa ley en cuanto a que dejaba fuera a menores de edad, lo que ha permitido que desde entonces menores de 18 años hayan podido cambiar su identidad por procesos judiciales aunque los mayores de esa edad debían acreditar los dos años de hormonación. 

«Hay muchas personas trans, por contra de lo que se cree, que crecen conformes con sus atributos físicos y con su corporalidad y que no podían tener su documentación acorde con su identidad, y eso limita muchísimo la inclusión», afirma Martín al hablar de ese requisito de hormonación que ahora se suprime. 

Destaca también la responsable regional de Euforia que la Ley Trans también «trata de impulsar que haya formación en centros educativos, sanitarios y funcionariado en general acerca de las identidades trans porque hasta hace unos  años esto se consideraba algo a ocultar o incluso antes una patología y no ha habido mucha información». «Hay mucho desconocimiento porque mucha gente piensa que una persona trans es una persona que aborrece su cuerpo, y no es verdad, o que desconocen que desde la infancia la identidad ya se sabe»,pone como ejemplo Martín de ese desconocimiento. 

«La identidad no es un capricho,  no es una moda, no es un sentimiento y estas personas son lo que dicen ser y esto forma parte de la diversidad humana», concluye Martín a la hora de valorar esta ley.