El sol brilló este sábado en el cielo de Poyales del Hoyo, aliándose con el tributo a la primavera que constituyó el auto sacramental representado a los pies de su iglesia, que narra el martirio de San Sebastián coincidiendo con su festividad desde el personalísimo punto de vista de Federico Martín Nebrás, que volvió a superarse a sí mismo renovando un texto que, en esta ocasión, puso en primer término al almendro y a las aves como emblemas del nuevo tiempo que se abre a partir del 20 de enero, cuando los días tienen una hora más de luz y empieza a abrirse paso la esperanza. 

La interpretación del auto sacramental fue posible gracias a una veintena de actores, capitaneados por Víctor Manuel Poveda, que un año más descendió los 16 metros de altura que alcanza la torre de la iglesia de Poyales interpretando a un San Sebastián que se asemeja a un adonis mientras declamaba versos de Federico García Lorca, de Huidobro y del propio Federico Martín Nebrás, que también intervino en el papel de mayordomo mayor. Entre las novedades de este año, la participación de Esmeralda, actriz especialista en mímica, y de la  soprano  Victoria Gullón, además de la incorporación de papel de Fabiola, personaje nuevo que interpreta a una patricia romana convertida al cristianismo por una criada ciega.

Román Pulido'Suspiros en el martirio de enero' no hubiera sido posible sin el grupo de teatro 'Misiones pedagógicas', guiño a aquella iniciativa que llevó la cultura a los pueblos en tiempos de la República. Entre todos pusieron en escena un texto que combina mitología, historia local y  universal, tradición y leyenda, se vale de elementos simbólicos y constituye todo un prodigio de trabajo en equipo y homenaje a la cultura en mayúsculas a pie de calle, ante la atenta mirada de un buen número de asistentes que aplaudieron a rabiar cuando, para finalizar el auto sacramental, el grupo folklórico Arroíto de Poyales del Hoyo escenificó varias danzas.