Editorial

Nuevo contratiempo en la adjudicación de una obra en Ávila

-

De nuevo el Ayuntamiento de Ávila debe hacer frente a un problema en la adjudicación de una obra al quedar desierto un concurso, lo que supondrá un nuevo retraso en la ejecución de un proyecto. En esta ocasión esta situación se ha dado con el nuevo pabellón cubierto del colegio Arturo Duperier, que se va a levantar en el solar donde se ubicó en su día la piscina cubierta de la Ciudad Deportiva de la Zona Sur, y que salió a licitación con un presupuesto base de 1,6 millones de euros.

El hecho de que un concurso se declare desierto en el Ayuntamiento de Ávila no es novedosa y a lo largo de los últimos años se ha repetido con otras contrataciones, de todo tipo, si bien en el último año se ha prodigado con inusitada asiduidad, lo que no deja de ser muy preocupante para los intereses de la ciudad.

Lo que antes eran atractivos contratos para las empresas del sector de la construcción, hoy en día parecen ser una pesada carga que nadie quiere asumir, entre otras circunstancias por la incertidumbre que se está generando ante la volatilidad de los precios de los materiales de construcción, que está sufriendo la desmedida inflación que se está viviendo en este país (y que también se extiende a otros países), así como los problemas que se plantean a la hora del suministro de materiales, que supone una dificultad añadida para el cumplimiento de los plazos estipulados en los contratos y que obligan en la mayoría de los casos a prórrogas que no hacen más que encarecer las obras.

Esa incertidumbre, unida a las características de las empresas que antes podían estar interesadas en estas adjudicaciones en Ávila, son un hándicap contra el que debe luchar el Consistorio abulense, que está licitando con unos precios muy ajustados que también dejan márgenes de beneficios que no parecen interesar a las posibles empresas adjudicatarias.

Ante esa tesitura no queda más que modificar las condiciones de esas licitaciones y reforzar la comunicación entre el Ayuntamiento de Ávila y las posibles empresas que pudieran concurrir a estos concursos, afinando esos pliegos para evitar que estas situaciones se vuelvan a repetir.

No obstante, a pesar de las circunstancias, el Ayuntamiento de Ávila está en la obligación de seguir insistiendo en la adjudicación de estas obras y servicios, pues representan, más allá de la importancia de su cometido social en bien de los ciudadanos abulenses, un notable impulso al sector de la construcción, que en otros tiempos tiró del carro en esta ciudad, y al empleo.

También, evidentemente, debe hacer reflexionar más profundamente de por qué se prodiga esa falta de respuesta y obliga a afinar mucho más desde un primer momento para que no sea trabajo baldío el realizado y un cúmulo de retrasos a los plazos inicialmente previstos en la ejecución de estas obras.