Cuando quiero crear un plan para conseguir un objetivo, lo primero que hago es detallar mi posición presente. Quién soy, qué sé hacer, qué puedo aprender y a quién voy a necesitar.
En primer lugar me pregunto ¿desde dónde empiezo yo el viaje? Y entonces lo detallo con precisión. Sería un error comenzar algo sin saber antes si estoy o no preparado para enfrentarlo. Paso conmigo largas horas en las que observo la persona que soy y la persona en la que me tengo que convertir para conseguir lo que me he propuesto. Si hay algo cierto en la vida de todos es que nadie puede llegar a más sin haberse propuesto a sí mismo ser más. Tanto eres, a tanto llegas.
Si eres como la mayoría de personas, tal vez no te sientas muy feliz de tu punto de partida, tal vez no te veas capaz de comenzar, pero quizás estas palabras del autor Richard Evans puedan ayudarte: «Todos los que llegaron donde están, comenzaron donde estaban». Si eres como la mayoría, entenderás que la mayor de las decepciones se halla tras la decisión inconsciente de nunca iniciar el camino y esperar que, de alguna manera, el tiempo te indique el momento perfecto. Tan pronto gane algo de dinero, en el mismo instante en que encuentre un trabajo u obtenga los papeles de mi divorcio, ahí es donde todo será distinto. No es cierto, para cambiar de vida no hace falta cambiar de amigos, de pareja, de trabajo y de familia. Hace falta que cambies tú.
    Iniciar es como tocar el piano, si quieres crear una bella melodía no puedes tocar unas notas y después ponerte a otra cosa hasta la próxima vez, no puedes abandonar tu proyecto y aparcarlo como si fuera un coche, es tu plan de cambio y debes sentirlo así, debes vivir en él cada segundo que respires. El problema de muchos es que se sienten motivados por un rato y después llegan a sus casas y dicen «vale, ya he estado el tiempo suficiente por hoy con todo esto, ahora solo quiero relajarme y descansar». No viven su cambio, no se involucran en él y lo toman cono un hobbie más. 
Vivir algo significa que ya no estás dispuesto a descansar porque ya no es un objetivo sino una forma de vivir. No quieres verte de otra forma que no sea mejorando cada día y no estás en disposición de aceptar menos de lo que te haga sentir como antes. No quieres ser la misma persona ni un solo momento más. Significa haber tomado la decisión que Jordan B. Peterson, autor del superventas '12 reglas para vivir', recomienda que tomemos todos cuando no sabemos qué hacer o qué rumbo tomar en la vida, tratarnos como lo que somos, la primera persona de la que somos responsables.
Tienes esa elección cada mañana, podrías ser tu propia víctima y acabar con las cosas buenas que estuviste dispuesto a  emprender o elegir el conocimiento, el conocimiento de haber atravesado por decepciones y usarlas a tu favor, el conocimiento de no ser la misma persona porque te desafiaste en algún momento y eso te hizo crecer. En ese análisis de las cosas que has hecho y de en qué te has convertido hay demasiado poder como para seguir esperando al momento perfecto, o al amigo perfecto, a la pareja perfecta, al día perfecto.