A la espera de una solución para el derrumbe en la Muralla

B.M
-

El Ministerio de Cultura sigue con la evaluación de las actuaciones necesarias, tras las de emergencia

A la espera de una solución para el derrumbe en la Muralla - Foto: David Castro

Habrá que seguir esperando el análisis del Ministerio de Cultura y Deporte para saber qué solución se propondrá a la zona  donde tuvo lugar el desprendimiento de la Muralla a principios del noviembre. Ahora, cuando han pasado dos meses de aquel derrumbe, todavía no hay propuesta por parte del Ministerio, desde donde se indica que «de momento no hay novedades, todavía se está en fase de evaluación del alcance de las obras necesarias de reparación». Hay que recordar que una vez que se produjo el derrumbe, el Ayuntamiento tuvo que hacer una actuación de emergencia que, según recuerdan, ya entonces se comunicó al Ministerio, «que es de quien depende y autoriza». El Consistorio actuó entonces para evitar riesgos a mayores, pero cualquier intervención posterior tiene que ser ejecutada por el Ministerio, señalan. Una institución con la que confirman que se está en constante comunicación, como es habitual.

Aunque se llevaran a cabo esas obras de emergencia es necesario saber cuál es el planteamiento definitivo de actuación para la zona afectada, que a día de hoy sigue vallada en el suelo para evitar el paso de personas. Así se puede seguir viendo en el paseo del Rastro, donde tuvo lugar la caída de material del primer monumento de la ciudad.

Con los hechos ocurridos en noviembre, el Ministerio fue informado de lo sucedido y, como parte de su responsabilidad como titular de la Muralla, confirmaba después que estaba ejecutando el trabajo técnico para evaluar las patologías en la Muralla tras el desprendimiento y proponer una posible intervención. Así se comunicaba a Diario de Ávila a principios de diciembre y ahora se indica que se continúa con esa labor. Es de esperar que una vez que termine la evaluación se haga una propuesta de intervención y se liciten, si es necesario, las obras que puede que incluso tengan que pasar por Consejo de Ministros. Habrá que ver si en las reuniones de las próximas semanas se trata el tema y las obras llegan efectivamente a Ávila.

Fue en la tarde del 3 de noviembre cuanto a todos sorprendió el derrumbe en la Muralla, con daños en parte de los merlones situados entre los cubos 77 y 78. Lo que trascendió en las primeras horas tras el suceso es que se había producido el desprendimiento de un merlón del monumento en el paseo del Rastro y fue necesario a acordonar la zona. Por suerte no se tuvo que lamentar ningún daño personal.

Miembros de los Bomberos y la Policía Local intervinieron en un primer momento tras un aviso que llegó en torno a las 20,00 horas de ese día. Lo que se hizo principalmente fue comprobar la situación y asegurar los diferentes elementos en la zona acordonada. Ya para el día siguiente se programaba una visita de inspección para comprobar la situación.

En los días siguientes se fue ampliando la información que se conocía a la vez que se prolongaban los trabajos de emergencia en la zona, especialmente de consolidación y para evitar nuevos desprendimientos. Se indicaba entonces que no había habido señales de alarma pues la zona se había revisado con anterioridad pero desgraciadamente la Muralla sufrió daños en al menos dos de los merlones entre esos cubos 77 y 78. También se daba a conocer que el derrumbe había llegado al patio del colegio Diocesano, que también se acordonó en un principio.

En realidad, lo que había caído era un muro anexo a la Muralla que no formaba como tal parte de este monumento pero que sí provocó daños en él. Fue un viandante el que dio la voz de alarma al ver lo que se desprendía una parte de un merlón, lo que fue consecuencia del empuje del muro que había caído y provocó los daños.

Se trata de un muro que se levantó en los años 30 del siglo pasado cuando se hizo la demolición del Alcázar, según explicó entonces la arquitecto municipal, Cristina Sanchidrián, que habló de un  elemento hecho de mampostería de piedra, de entre medio metro y 70 centímetros de anchura, en el que habían hecho mella las filtraciones de agua que fueron entrando a lo largo de los años.

Lo que sucedió, por tanto, fue que el muro se derrumbó, golpeó contra una almena de la Muralla  y ésta cayó a la vía pública.

De ahí derivó la intervención de emergencia que en los días siguientes se centró en la eliminación de los restos del paramento trasero del adarve derrumbado parcialmente y que provocó el derrumbe de dos merlones y afectó a un tercero en el lienzo sureste. También se trataba de despejar el adarve y asegurar la zona intramuros y extramuros.

Con los trabajos de urgencia realizados el siguiente paso ya está en manos del Ministerio y del informe técnico que se está elaborando.