Ya está todo en marcha para que muy probablemente la semana que viene la capital abulense cuente con una nueva señalética turística acorde con la Ciudad Patrimonio que es. Serán en total más de 80 totems, atriles, paneles y pictogramas los que den cumplida información al turista en general, pero que quieren además servir para el conocimiento del abulense de a pie. 

Este lunes lo presentaban en la Sala de Banderas de Los Verdugo (a cuyas puertas se ha instalado uno de los atriles) la teniente alcalde responsable de Empleo, Industria, Comercio y Turismo, Sonsoles Prieto y el concejal de turismo, Carlos López, quien apuntó que la inversión total ha sido de 57.000 euros (incluido ya el IVA). 

A tenor de las palabras de Prieto, pero también con una simple mirada a la señalética antigua, estaba claro que la ciudad necesitaba nuevos instrumentos al respecto y es que las señales anteriores datan nada menos que del año 2000. 

Nueva señalética a la altura de una Ciudad PatrimonioAdemás en palabras de la teniente alcalde, éstas tampoco tuvieron un mantenimiento adecuado.

Más de la mitad del material está ya colocado, pero ahora debido a las lluvias habrá un tiempo de impás para instalar el resto dado que se necesite que el suelo sobre el que se van a asentar esté seco para que el cemento agarre y no sea necesario volver sobre el montaje, resumía López.

Hay tres tipos de señalización diferentes dependiendo de las zonas y de los monumentos o enclaves a señalizar. 

Por una cuestión de estética era lógica la sustitución de la «obsoleta» señalización, pero también por esa pertenencia a la Red de Ciudades Patrimonio que ahí quiere que todas las ciudades miembros unifiquen acciones al respecto para compartir una imagen común. Todo para una rápida identificaciónde esa pertenencia. Una identificación que además viene «avalada por la UNESCO» y que ya cuenta con el visto bueno de la Comisión Territorial de Patrimonio. Es por eso que las señales que «el visitante y también el propio abulense se va a encontrar cuentan no solo con la imagen del Ayuntamiento de Ávila y la marca turística de la ciudad sino también con el sello de la Unesco que identifica a las ciudades patrimonio».

Hablábamos de 75 señales divididas en tres tipos. Los paneles más grandes, que suman la veintena,  se van a ubicar en la veintena de monumentos que son Patrimonio Mundial por la Unesco y por ello se instalarán en las nueve puertas de la Muralla, o en lugares como San Vicente, San Segundo, Santo Tomás, la Catedral....

Otros 43 paneles de menor tamaño irán a espacios turísticos destacables pero fuera de esa catalogación como patrimonio de la Unesco.Es el caso, entre otros muchos de Las Gordillas, el auditorio de San Francisco, Mosén Rubí, el paseo delRastro, el mirador de los Cuatro Postes o diferentes iglesias de gran valor pero fuera del casco histórico.

A ello se unirán 12 tótems con pictogramas y flechas que se ubicarán por ejemplo en las estaciones de tren y autobús, en aparcamientos de la ciudada, en la plaza de Santa Ana, en el tramo accesible de la Muralla. Tienen la finalidad de regular el flujo turístico en esas zonas con alta presencia de visitantes y contendrán información importante como el tiempo que se tarda en llegar a las zonas más importantes de la ciudad.

Por otra parte se colocarán pictogramas en el Centro de Recepción de Visitantes, en los accesos a la Muralla, en los Hornos Postmedievales y en las Tenerías de San Segundo. Pues se trata de aportar información turística, pero de una manera accesible.

Ofrecer mayor información y de mejor manera, facilitar los recorridos o apuntar diferentes itinerarios de una manera accesible y fácil de entender es el objetivo general.

Información digitalizada y uso de códigos QR también serán herramientas utilizadas en esta nueva señalética que ya está instalada en más del 50% de los casos. «Los postes están casi todos», apuntaba Prieto y los atriles, más de ese porcentaje, especialmente en el casco antiguo donde ya están casi todos en su lugar correspondiente.

Se ha trabajado, explicaba «para no duplicar», para no saturar y por «accesibilidad, estética y respeto».

Los atriles están colocados lógicamente a una altura adecuada para que se puedan consultar también por personas que por ejemplo se muevan en silla de ruedas; cuentan con textos también en braille, además de en inglés y españos,  para quien lo necesite y con códigos QR, por supuesto, para ampliar información, entre otras cosas. También se ha incluido «un símbolo asociado al código QR de tecnología Beacon, que permite, a través del bluetooth, facilitar información en función de la demanda del visitante».

Son descriptivos, cuentan con plano de la zona, disponen de geolocalización y son accesibles y adaptables, resumían los concejales.