Los datos relativos al paro registrado mejoraron en el año 2021 en la provincia de Ávila, pero del mercado laboral abulense siguen saliendo más trabajadores con contrato de los que se incorporan al mismo. Según se recoge en el boletín trimestral que publica el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y que analiza la movilidad geográfica por motivos laborales (solo refleja los desplazamientos que van acompañados de un contrato de trabajo formalizado), en el tercer trimestre del año la diferencia entre los contratos de trabajadores que se incorporaron a la provincia y los contratos de los que salieron rondaron los -1.400. De esta manera, y pese la pandemia, Ávila continúa siendo una provincia emisora, la denominación que da el SEPE a los territorios que tienen un saldo negativo de movilidad laboral o, lo que es lo mismo, donde los contratos que salen son más de los que llegan.
En concreto, entre los meses de julio a septiembre (el trimestre turístico por excelencia) se registraron 14.591 contratos laborales en la provincia. De ellos 11.660 permanecieron en ella, lo que significa que en ocho de cada diez contratos rubricados en esos tres meses la provincia de residencia del trabajador, en este caso Ávila, coincidió con la de su puesto de trabajo y no fue necesario el traslado a otra provincia. Además, durante el verano se dieron 2.931 contratos entrantes (los contratos que implicaron la llegada a la provincia de trabajadores que residían en otra diferente), así como 4.319 contratos salientes, esto es, los contratos que implicaron la salida de trabajadores de Ávila, hasta ese momento su provincia de residencia, para acceder a un puesto de trabajo en otro territorio de la comunidad o del país.
Teniendo en cuenta estos números, el resultado entre los contratos que entraron y los que salieron fue de -1.388 en el tercer trimestre del año, un saldo más moderado que el que se dio en el trimestre anterior (había sido de -1.864), pero más abultado que el registrado en el mismo periodo del año anterior, cuando se había quedado en -805. En este caso hay que resaltar que la comparativa con 2020 puede resultar algo engañosa, no en vano ese periodo estuvo marcado por la irrupción de la pandemia, el confinamiento y las restricciones, factores que influyeron de forma decisiva en el descenso de la contratación en general. En relación al tercer trimestre de 2019, ya sin virus de por medio, la diferencia es parecida, al haberse dado entonces un saldo negativo de 1.445 contratos.
madrid, ida y vuelta. Como ya ocurriera en anteriores periodos, en el tercer trimestre del año Ávila volvió a mantener una estrecha relación con Madrid en lo que a la movilidad por cuestiones laborales se refiere. Y es que la comunidad madrileña fue el principal territorio de procedencia y destino de los contratos vinculados a Ávila, ya fueran entrantes o salientes. En concreto, de los 2.931 contratos que entraron en la provincia en ese periodo casi una tercera parte (en números absolutos 917) procedieron de Madrid, seguidos de los trabajadores que se desplazaron desde Huelva (273), Valladolid (210), Salamanca (190) y Segovia (186). En el sentido contrario, Madrid también fue el destino de la mayoría de los contratos cuyos titulares dejaron atrás Ávila, con 1.665 de los 4.319, casi el 40% del total. Trabajadores con residencia en la provincia también se fueron con un contrabajo laboral bajo el brazo a las provincias de Valladolid (667), Segovia (539), Salamanca (258) y Toledo (156), según los datos del último boletín publicado por el SEPE.