Como es bien sabido el mensaje de Nochebuena del rey es el más personal en l que la intervención del Gobierno es más comedida. Pero el discurso de la Pascua Militar es ya un discurso oficial en el que se nota perfectamente la mano del Gobierno y sirve para poner de manifiesto la política de defensa del Ejecutivo. De ahí que uno de los puntos fundamentales de su discurso ante la familia militar haya justificar la necesidad del incremento del presupuesto de defensa.
Tras la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid el Gobierno se comprometió a que el presupuesto de defensa llegará al 2% del PIB en 2029, para lo que este año se han incrementado un 25% con respecto al año anterior, sin que la protesta por parte de la parte morada del Gobierno haya subido de decibelios más allá de la lógica protesta derivada de su tradicional posición antimilitarista.
La guerra de Ucrania, a la puerta de los aísles de la OTAN, "injustificable, ilegal y brutal" como ha dicho el rey, ha puesto de relieve la necesidad de estar preparados ante unas pulsiones imperialistas de regímenes autoritarios que eran impensables en un contexto en el que la comunidad internacional se muestra respetuosas con los derechos humanos y la inviolabilidad de las fronteras de los países soberanos. Esa circunstancia, en una situación mundial cambiante, con amenazas híbridas hace, como ha señalado Felipe VI, que las Fuerzas Armadas cuenten con los recursos necesarios para garantizar una formación de "máxima calidad" que permita una reacción adecuada en función de las amenazas militares y tecnológicas. En definitiva, se trata de que las FAS sean capaces de responder de forma eficaz y viable. Y al mismo tiempo el aumento presupuestario debe consolidar las mejoras retributivas y las relacionadas con la conciliación de la vida personal, familiar y profesional.
El compromiso de España con la guerra de Ucrania, que se renovó hace unos días en la conversación entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con el envío de armamento y sobre todo de la formación de militares ucranianos. En ese caso nuestro país está comprometido en la colaboración contra una situación de guerra. Pero también en la respuesta preventiva en escenarios en los que la paz o la evitación de atentados se defiende en distintas zonas donde están asentadas las organizaciones terroristas islámicas o es preciso defender los intereses comerciales nacionales. Que los militares españoles vayan a dirigir cuatro operaciones internacionales organizadas por la ONU, la UE y la OTAN, en Líbano, Malí, Irak y el cuerno de África supone el reconocimiento internacional a la capacidad y experiencia de los militares españoles.