La edición número 44 de la Subasta Nacional de Raza Avileña-Negra Ibérica no pasará a la historia por la recaudación alcanzada, pero sí por el hecho de ser la primera en España que se celebra de manera presencial después de la pandemia del covid-19. En la Sala de Cámara del centro municipal de exposiciones y congresos Lienzo Norte, y no en el recinto del Mercado de Ganados, como en otras ocasiones alrededor de medio centenar de personas participaron en la puja, en la que se pusieron en venta un total de 66 ejemplares, de los que se vendieron 42, quedando desiertos el resto de los lotes.

En un acto celebrado bajo las medidas higiénico-sanitarias que marca la actual situación, la cantidad recaudada ascendió a los 86.500 euros, una caída del 25 por ciento con respecto al año pasado, cuando se alcanzaron los 115.000.

Por lotes, de los 11 machos reproductores que salían a subasta, han sido vendidos 9 por un total de 47.2000 euros, lo que arroja una media por animal de 5.244 euros, alcanzándose la puja más alta por un ejemplar en 8.900 euros.

En lo que corresponde a las añojas, vacas de entre 17 y 19 meses, se pusieron a la venta 43 animales, de los que se vendieron 38. El importe alcanzado el conjunto de todas ellas fue de 1.087 euros, y aquí lo máximo que se llegó a pujar por uno de estos ejemplares fue de 1.200 euros.

Por último, en la categoría de las eralas, de entre 20 y 36 meses, de las 13 que salieron a la subasta se lograron vender cinco, alcanzándose una recaudación total de 1.774 euros, mientras que el máximo de dinero alcanzado en esta parte de la subasta fue de 2.420 euros por una de estas vacas.

felicitación. Un total de once ganaderías de Ávila, Cáceres y Badajoz participaron en la edición de la subasta de este año, cuya mera celebración es ya motivo de satisfacción por parte de los organizadores, tal y como destacó el presidente de la Asociación Española de Raza Avileña-Negra Ibérica, Alonso Álvarez de Toledo y Urquijo, quien se felicitó por la celebración de manera presencial de esta actividad, «la primera en España después de las suspensiones que ha habido en localidades como Salamanca, Cáceres o Trujillo».

En un año complicado debido  al bajo precio de la carne por la paralización del sector hostelero, Álvarez de Toledo criticó que la Junta haya olvidado a este sector ganadero a la hora de dar subvenciones que sí ha otorgado a otros sectores, y cifró pérdidas de los ganaderos de 8.000 euros al año por cada 100 cabezas.