Un carnaval para reír y reivindicar

M.M.G.
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Mil personas dieron forma a un concurrido desfile marcado por el sol y las altas temperaturas

Un carnaval para reír y reivindicar

El carnaval es para reír, para disfrutar, para hacer lo que durante todo el año nos esté prohibido. Pero también es para reivindicar. Para denunciar con socarronería y mucho sentido del humor lo que preocupa a los ciudadanos. Aquello que piden una y otra vez a la clase política pero que no logran ver hecho realidad.

Y este sábado, el gran desfile de carnaval con el que arrancaban las mascaradas de la capital abulense tuvo mucho de eso.

El (no) AVE para Ávila, la sequía y la despoblación fueron las tres banderas que enarbolaron algunos de los 23 grupos que desfilaron por las calles de Ávila y a los que se sumaron, además, siete participantes en la categoría individual.

En total fueron unas mil personas las que desfilaron por el centro de Ávila en un recorrido que arrancó con un gran dragón y con unos curiosos insectos monstruosos y que posteriormente fue dando paso a todas las agrupaciones inscritas en el concurso.

Todas gustaron y todas despertaron la admiración de los cientos de personas que llenaron las calles del centro, en una tarde con temperaturas más propias del Carnaval de Cádiz o de Tenerife. Pero fueron los chicos de la Peña Salud yEsperanza los que consiguieron levantar más aplausos con su locomotora ‘Ávila Súper Express’, sus dos vagones de AVE con destino a León y Segovia (los espectadores echaron de menos el que podía haber viajado a Ávila); su tropa de viajeros, interventores, revisores y maquinistas; y su escudo de ‘Ávila del Tren, del Peaje, de la Sequía y de la Despoblación’.

Precisamente estos dos últimos temas fueron también fuente de inspiración de otros grupos. Hablamos, por ejemplo, de la Asociación Sierra de Yemas, que ataviados de espantapájaros y bajo el nombre ‘Espanta-Despoblación’ reivindicaron a la que se ha venido a llamar ‘España Vaciada’.

Y a la sequía y a la importancia de ahorrar todo el agua posible hicieron un guiño los miembros de la Asociación de Vecinos de San Nicolás, que con sus disfraces y paraguas luminosos recordaron a todos que ‘Cada gota cuenta’. 

Por cierto que durante el recorrido, las peñas presentes en el desfile aprovecharon para presentar de manera muy original otra reivindicación: con una sentada en la avenida de Portugal quisieron demostrar su descontento por la modificación de la ordenanza que regula la tasa por préstamo de material municipal y que afecta a las asociaciones, colegios, ampas, cofradías y peñas que antes estaban exentas de su pago. Con cánticos como ‘Peñas sí, Ayuntamiento no’ o ‘Las fiestas de los barrios no se pagan solas’ trasladaron a los espectadores su enfado. 

El alcalde de Ávila, Jesús MaríaSánchez Cabrera, no se perdió ni el desfile, ni estas y otras reivindicaciones. Y con mucho sentido del humor comentó conDiario de Ávila que él iba disfrazado de alcalde y que, a la vista de que todo el mundo le reconocía como tal, debía ser un disfraz muy bueno. Un disfraz bajo el que no sólo escuchó quejas.  El Carnaval de Ávila, cómo no, también tuvo espacio para la música (con las charangas La Clave,Armando Jarana y El Chupinazo) y para comparsas numerosas y gamberras, como la de la Asociación Emma Lucena, la más abultada, con 122 divertidos y bailones cocineros.

Y junto a ellos, un sinfín de personajes de lo más variados. Así, se pudo ver entre las primeras agrupaciones, entre otros grupos, al ‘Mario Kart’ de la Peña del Barrio Universidad; a los simpáticos ‘FamilyStickers’ de la Peña Hervencias 2.0; a las ‘Hadas de la Aldea’ de la Peña SanGregorio; o a unos encantadores heladeros.

Según avanzó la comitiva se pudo ver también, por ejemplo, a todos los protagonistas de la película ‘Frozen’; a unos enamorados del espacio procedentes del colegio Santa Teresa; a los perros y gatos de la protectora ‘Entre perros y gatos’; o a unos rosados ‘Flamenquines’.

Al finalizar el recorrido, todos los participantes en el desfile se reunieron en la plaza del MercadoChico, donde la jornada se despidió con una verbena a cargo de la orquesta Marsella.