El pulso del sector turístico abulense comienza a recuperarse. Ha sido precisamente el final del verano, esa última semana de agosto y la primera quincena de septiembre, cargado habitualmente de eventos multitudinarios en la capital abulense, el que ha traído aires de esa normalidad anhelada por todos, y que poco a poco se atisba con mayor verosimilitud.
Algunos indicadores reflejan que se está cerca de estadísticas medias, como las visitas a la Muralla de Ávila, todo un icono del turismo provincial.
También la percepción de los hosteleros, que afirman haber experimentado un verano bueno en los negocios, aunque con varios matices: las terrazas llenas no significan una facturación normalizada; y los hoteles siguen sufriendo los efectos de la pandemia, «olvidados» por las administraciones y huérfanos de los grandes grupos que colgaban el cartel de «completo».
Desde luego las administraciones tienen que dar el empuje final para sacar del agujero al sector. Sigue siendo muy importante recuperar el nivel de promoción presencial en foros ‘diana’ de atracción turística, como ocurre este mismo fin de semana, en el que la Consejería de Cultura y Turismo participa en la VII edición de la Feria Mad Bird Fair de Madrid, con el objetivo de promocionar la oferta de turismo de naturaleza, turismo rural y activo a través de sus espacios naturales, una oferta en la que la provincia de Ávila tiene mucho que decir, con la implementación novedosa del astroturismo, en auge en los últimos años.
Igualmente cabe aplaudir que el Ayuntamiento de Ávila promocione la capital abulense en Barcelona, mediante
una imagen nocturna del lienzo norte de la Muralla de Ávila, monumento emblemático de la capital abulense, invitando a los usuarios de la estación de Sants en Barcelona, la segunda de España en volumen de viajeros, a conocer la ciudad y disfrutar de su historia, patrimonio, cultura, gastronomía.
No cabe duda de que en dicho retorno a los espacios promocionales pueden jugar un importante papel los Fondos de Recuperación, Transformación y Resilencia, que llegan a España como soporte de ayuda ante la grave crisis covid vivida por nuestro país. Dichos fondos también serán muy importantes más allá de la promoción de lo que ya tenemos, sino de lo que aún podemos restaurar. Ávila es una provincia rica en patrimonio cultural y debe utilizar estos recursos para potenciarse aun más como potencia en turismo de interior y rural. Las instituciones tienen que exigir al Gobierno una línea de asignación directa de los Fondos de Recuperación, Transformación y Resilencia para esta recuperación patrimonial, en la línea de lo que reivindicó en su día el Grupo de Ciudades Patrimonio para los cascos históricos, donde queda mucho por hacer, por ejemplo, en cuestión de eliminación del cableado.