'Raíces' en el alma de Gil García

P.R.
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El escultor Emilio Sánchez muestra en las calles de su pueblo una veintena de obras realizadas en maderas de diferentes árboles y ramas que ha encontrado en su deambularpor los caminos del municipio que le vio nacer

'Raíces' en el alma de Gil García

‘Raíces’ una exposición al aire libre de Emilio Sánchez, con el personalísimo estilo entre lo figurativo y lo abstracto se puede volver a ver más completa este verano en las calles de Gil García, un pequeño pueblo cerca de El Barco de Ávila, en la impresionante zona Aravalle, donde la naturaleza fluye con una intensidad fuera de lo común.

Obras que nacen de raíces y otro tipo de maderas de árboles de la zona que el autor ha encontrado en su caminar por los diferentes rincones de este municipio.  Raíces que tenían formas muy sugerentes, sobre todo de robles, castaños y piornos. Pero también de ramas secas en las que intuía cabezas, brazos y otras partes del cuerpo, y se decidió a crear obras con ellas.

Con intervenciones livianas sobre las maderas, porque sus caprichosas formas llenas de sutilezas eran en muchas ocasiones obras casi plenas, descubiertas por el ojo intuitivo del artista, Emilio Sánchez. Pero suficiente sutiles como para conseguir transmitir el alma del artista a la obra. De esta forma ha ido construyendo desde hace tiempo las obras de esta peculiar exposición al aire libre. Representa un peculiar puzzle que integran la veintena de obras que pretende montar en los diferentes rincones del municipio.

Cuando llegamos a Gil García ya tenía montadas un total de 15 obras y faltaban otras cuatro por montar, para completar esta exposición que permanecerá a lo largo del verano. Después las obras se recogerán para volver a sacarlas el próximo verano y mantener así cada verano esta exposición al aire libre. De hecho, el autor tiene un proyecto que presentará al ayuntamiento para construir una nave donde serían depositadas las obras en el invierno y que contendría un gran ventanal para permitir ver todas las obras desde el exterior. En este lugar permanecerían los inviernos para en los veranos volver a sacar las obras a las calles, lugares para los que han sido confeccionadas.

Todas las obras tienen un algo o un mucho de arte figurativo, porque Emilio Sánchez sabe compartir con el espectador esas formas humanas que él descubre en las maderas. El defiende que no pueden calificarse de obras realistas porque al autor sostiene que le gusta que quien las observe saque sus propias conclusiones y las interprete a su manera.  Además, son obras que en sí reflejan también su propia historia, la que el autor ha querido transmitir.

Para el montaje de las obras el autor ha contado con la colaboración de algunos de sus vecinos y amigos, a los que quiere agradecer su colaboración:  Toñi, Víctor y Belén.

Obras. El día que fuimos estaba toda la exposición prácticamente montada, a falta de  instalar cuatro o cinco, que faltaban, en especial en la explanada de la iglesia parroquial, que es donde se reúnen una parte importante de las obras de esta exposición al aire libre.

El recorrido se puede comenzar en la misma plaza de su casa donde son varias las piezas que se pueden observar, entre ellas las que representan a un guerrero y a un dragón.

Iniciando el recorrido muy cerca se encuentra la obra ‘Supervivencia’, que representa las imágenes de un cordero y una serpiente. A continuación encontramos la obra ‘Troy alado’, perro alado, pues representa un viejo pastor alemán de nombre Troy hecho con la raíz de un manzano. ‘Toca el cuerno’ es la obra que a continuación localizamos, como homenaje al cabrero del pueblo. Está situada en el lugar donde los vecinos del municipio dejaban a sus cabras con el cabrero, que las cuidaba durante todo el día en el campo para devolverlas a sus propietarios al atardecer. ‘Pegaso y mariposa’, realizada en madera de encina representa una impresionante cabeza de caballo, situada estratégicamente y con unas impresionantes vistas de la Sierra de Béjar. ‘Sueño’ es la siguiente que vemos en nuestro recorrido, y ‘Feliz encuentro’  se sitúa estratégicamente en una acacia.

‘Sin palabras’ está llamada a la interpretación del observador: un árbol, una paloma y un cuervo. «Que cada uno saque sus propias conclusiones». Animaba a reflexionaba el autor a los observadores visitantes que se acerquen. ‘La sirena del Aravalle’ está situada frente a la casa de Ana y Toñi. «Visualizo a la Sirena y me da bienestar, porque me recuerda al mar’» reconocía Ana. Tumbado en un prado se sitúa la obra siguiente, ‘El descanso del corito’, que representan a los segadores que procedían de Coria y que se desplazaban al municipio cada verano para segar. Una obra que está hecha de roble (el cuerpo) y la cabeza de encina. ‘El despertar del día’ se sitúa también en el mismo prado: un gallo con los colores rojizos del amanecer nos lleva hasta ‘Diálogo’, donde un búho y un gato negro parecen mantener una animada conversación. El gato, realizado con dos ramas y con tiras dobles de roble el búho. Con estas últimas obras se llega a la explanada de la iglesia parroquial de San Sebastián donde está la parte que falta por completar. De momento, está instalado el ‘Homenaje a la vida’, que el autor ha dedicado a las víctimas del Covid y sus familias. ‘El San Sebastián’ se encuentra junto al  ‘Homenaje a la vida’. Para ello ha aprovechado un abeto que estaba en el mismo lugar y que cortaron al secarse. Para la cabeza del santo patrón de Gil García ha utilizado madera de castaño y el resto de roble. También están las saetas que acabaron con la vida de San Sebastián. La figura del ‘Águila’ estaba ese día en proceso de montaje y, situados en otro de los lienzos de la explanada de la iglesia, se aprecian cuatro soportes que acogerán otras tantas obras. Alcanzamos el cementerio del municipio, en uno de cuyos muros se ha situado la última de la piezas ‘En nuestro recuerdo…’ una alegoría de San Juan de la Cruz con una de las estrofas de su célebre poema ‘Tras un amoroso lance’, el vuelo de contemplación del poeta universal:  //Tras un amoroso lance// y no de esperanza falto// volé tan alto, tan alto, // que di a la caza alcance.

Creo que con esta exposición al aire libre Emilio Sánchez ha plasmado todo su mundo interior en los rincones del pueblo que le vio nacer. Su sensibilidad, sus mensajes que ha venido mostrando en todas sus obras están todos aquí resumidos. Merece la pena acercarse hasta Gil García, por la obra expuesta por este artista abulense y por el mismo pueblo, situado en un rincón de la zona de Aravalle, que goza de una naturaleza exuberante y maravillosa.