Son varios los ejemplos los que hay tanto en Castilla y León como en el resto de España de localidades que no son capitales de provincia, pero que sin embargo se han convertido en importantes focos industriales y dinamizadores de la economía de sus respectivas provincias. Uno de esos ejemplos es el que se puede observar en la provincia de Ávila con la localidad de Arévalo, en cuyo polígono industrial se asientan algunas de las industrias más potentes tanto por facturación económica anual como por volumen de empleo de la provincia.

Varias se apuntan como razones para que esta situación se esté produciendo. La buena comunicación de Arévalo en pleno corazón de la A-6, lo que le conecta con Valladolid y también con Madrid puede ser una de ellas, pero no la única como para pensar que solo una localización puede ser clave a la hora de que una empresa decida implantarse.

El caso es que ahora mismo se está negociando la posible implantación de otras dos empresas de un alto potencial en ese territorio, con una inversión cercana a los 10 millones de euros, que para una zona como la de la capital de La Moraña sería una inyección económica más de vital importancia que redundaría en el fortalecimiento de Arévalo como polo industrial principal de la provincia abulense y también ayudaría, y mucho, a mejorar las cifras de empleo, que ya de por sí son óptimas en la zona.

No debería entenderse tal situación como una competencia directa con la capital de la provincia, sino que se deberían arbitrar medidas y trabajar para hacerlas efectivas, con el objetivo de que esa atracción que ahora mismo está teniendo Arévalo pueda trasladarse también a los polígonos existentes en la ciudad abulense. Sinergias entre las dos ciudades, también en este caso industriales, serían muy beneficiosas para ambas.

En pleno desarrollo del Plan de Fomento Territorial para la capital, el poder trabajar en conjunto con Arévalo sería un punto más a favor de ese desarrollo de la economía local que se pretende con una herramienta dotada con más de 30 millones de euros y cuyos resultados todavía no son plasmables para el gran público, aunque se asegura desde las administraciones implicadas que con el tiempo se podrán recoger las siembras que actualmente se están realizando.

A la espera de que se pueda concretar, y ojalá que así sea, esa llegada de dos nuevas potentes empresas hasta Arévalo, coordinarse entre las dos ciudades a través de la administración regional y de las respectivas locales puede ser una medida a valorar para paliar las importantes carencias que el sector económico de la provincia abulense tiene en materia de industria.