«Desde que empiezas a sembrar sabes que es un proceso largo"

I.Camarero Jiménez
-

Francisco Robledo fue elegido en junio como el sucesor de Jesús Muñoz en la Secretaría de UCCL Ávila, un histórico al que se refiere como su «padre sindical». Nacido en una familia ganadera tenía bien claro a lo que quería dedicarse ya muy joven

«Desde que empiezas a sembrar sabes que es un proceso largo" - Foto: David Castro

Francisco Robledo (Rasueros, 1971) ya sabía desde bien pequeño que su vida estaría ligada al campo. Nacido en el seno de una familia ganadera se enamoró de ese tipo de vida y no era extraño verle ayudar a su padre cuando atendía a los animales, del mismo modo que lo hacía su madre porque... ya se sabe lo que eran las explotaciones agrarias de entonces. Él lo tenía claro, aunque le gustaba más la agricultura por aquello de poder trabajar con las máquinas y por el proceso que conlleva: «Desde que empiezas a sembrar sabes que es un proceso largo y paciente». Habla de ello con tremendo cariño porque sencillamente «para esto hay que valer, ser paciente, mamarlo y quererlo mucho porque las complicaciones son enormes, ya no porque dependes del tiempo sino por las pegas que te ponen las administraciones».

Empezó como ganadero con 14, 15 años «cuando dejé de estudiar porque lo tenía muy claro»; ahora ya su dedicación es el cereal de secano y el girasol. Sus manos, los surcos de su cara desvelan que efectivamente es un hombre de campo y eso por mucho que le pese a su madre, quien «no quería ni bien ni mal que me dedicara a ello. Mi madre quería que estudiara, ya se sabe los pensamientos de entonces y aquello que te decían de que aquí no te quedes porque vas a ser un desgraciadito...». En parte le salió rana, «y hoy sigue sin entenderlo» pero también es cierto que el resto de los hermanos, tres, no se han dedicado a ello. «Yo lo tenía metido en vena, tanto por padre como por madre y en cuanto pude incorporarme por edad a hacer algo, pues lo hice». «Con muy pocos años mi idea era dedicarme a la agricultura, aunque teníamos vacas de leche».

En el día a día reconoce que «hay momentos. Siempre hay unas cosas que te gusta hacer más que otras pero, al fin y al cabo, estás donde quieres y trabajando en lo que te gusta.Además desde el principio ya tenía los cimientos y sabía de sobra que aunque es un sufrimiento constante es lo que deseaba hacer». También reconoce que a veces «te da alguna alegría y ésas las coges con tantas ganas que te ayudan a seguir y a pasar los tiempos malos».

¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza sobre Ávila y su provincia?

Si cierras los ojos y piensas en Ávila lo primero que ves es la Muralla, su entorno lleno de roca y piedra, y con ello ves la dureza de la gente de aquí, capaz de aguantar problemas y situaciones en contra.

¿Qué es lo que más le gusta de Ávila?

La tranquilidad que te da una ciudad pequeña y su gente, tan acogedora a la que siempre puedes recurrir.

¿Y lo que menos?

La pérdida de empresas y de trabajo que está teniendo y porque no sé si se ha hecho esfuerzo para ponerle freno.

Un lugar para perderse.

Dentro de la Muralla, un paseo intramuros te permite volver atrás en el tiempo.

   

Un recuerdo de su infancia.

Estar en mi pueblo, después de salir de la escuela, tirar la cartera, coger el bocadillo y salir a jugar con los amigos a lo que tocase: fútbol, peón, canicas y la añoranza de que eso ya no se ve en los pueblos más que en el verano. Una pena no verlo más a menudo.

Un personaje abulense que le haya marcado.

Carlos Soria por su tesón porque es una persona con una meta muy clara en su vida y que con sus más de 80 años sigue queriendo conseguir. No renuncia, es perseverante y trabaja hasta el final. Siempre que oigo algo de él me quedo atento a ver si llega por fin a donde quiere.

El mayor cambio que necesita Ávila y su provincia es...

Un cambio industrial y de que se haga ver fuera de la ciudad su cercanía a muchas ciudades y las oportunidades que podemos vender para que se creen industrias y con ello, puestos de trabajo.

 

Ytiene que mantener...

La tranquilidad y el espíritu de la gente, además de la poca industria que tiene.

¿Qué le parece la ciudad hoy en día?

Ha mejorado, es una ciudad muy accesible y muy orientada hacia el turismo, pero a la vez de esa accesibilidad la disfruta la gente de Ávila en su día a día. Necesario por el mucho adoquín y cuesta que tenemos.

¿Cómo ve Ávila en el futuro?

Se ve incierto porque a los problemas que hay encima se suman otros (pandemias,  guerras...). Todo incide para mermar la capacidad de las ciudades pequeñas.

¿Qué puede aportar a Ávila y su provincia?

Lo que puedo aportar es sobretodo a la provincia.Mi trabajo para defender a agricultores y ganaderos para que haya más explotaciones y más vida en los pueblos.