25 años ayudando al disfrute de la cultura

D. Casillas
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La biblioteca municipal Posada de la Feria cumple sus bodas de plata con la satisfacción de haber ofrecido un servicio creciente y adaptado a sus usuarios, y con muchas ganas de mejorar en el futuro

25 años ayudando al disfrute de la cultura

El 24 de enero de 1997, viernes, quedaba oficialmente inaugurada la biblioteca municipal de la Posada de la Feria, aunque no abrió sus puertas al público hasta el lunes siguiente, convirtiéndose en el primer centro de ese tipo con el que el Ayuntamiento de Ávila apostaba en firme por potenciar la cultura desde la base de los libros pero sabiendo abrirse a otras manifestaciones que encuentran muy buen acomodo de la mano de las letras.

Han pasado 25 años desde aquel hecho que bien puede calificarse como histórico, y por lo mucho que esta biblioteca ha ofrecido a la sociedad abulense desde entonces (posteriormente también de la mano de las dos hermanas que fueron ocupando otros espacios, las denominadas José Jiménez Lozano y Olegario González de Cardedal), bien merece echar la vista un poco atrás para recordar y agradecer la gran aportación que ha hecho al barrio sur, en particular, y a toda la ciudad, en general, enriquecimiento generoso a público de todas las edades que sigue siendo un valor de presente y también de futuro.

Para crear esta biblioteca, el Ayuntamiento acondicionó un edificio del siglo XVII que hasta comienzos del siglo XX funcionó como posada (la del Tío Goriche, como era conocida popularmente) y que estaba en estado de ruina, un inmueble que al conservar su asiento y estructura básica dio lugar a un centro cultural de espacios muy característicos, tan originales como bien aprovechados para ofrecer lo máximo con no muchos metros cuadrados.

25 años ayudando al  disfrute de la cultura25 años ayudando al disfrute de la culturaTeresa Gil, coordinadora de las bibliotecas municipales, recuerda que en estos 25 años de vida la Posada de la Feria «ha conocido muchos cambios, todos ellos puestos en marcha para adaptarnos de la mejor manera posible a las demandas de nuestros usuarios aprovechando todas las oportunidades que se nos brindaban, para ofrecerles el máximo de la manera más cómoda».

En esa constante evolución, en la que reivindica el «mucho y buen trabajo que han realizado los trabajadores de la biblioteca, que se han esforzado siempre al máximo», también recuerda Teresa Gil «lo mucho que tenemos que agradecer a nuestros usuarios, de todas las edades, que siempre han ido a más».

De aquellos primeros pasos dados en 1997 recuerda que «contábamos con un fondo bibliográfico de 7.983 libros, procedentes la mayoría de la agencia de lectura El Rastro», momento en el que «no teníamos internet ni audiovisuales, y muchos menos puestos de lectura» y en el que la gestión técnica de la biblioteca «se realizaba de forma totalmente manual».

Entonces la biblioteca abría sus puertas de lunes a viernes de 10,00 a 14,00 y de 17,00 a 20,00 horas, y los sábados de 10,00 a 14,00, ofreciendo los siguientes servicios: consulta en sala, préstamo de libros, sección infantil-juvenil, sección local, hemeroteca, reprografía, sala de exposiciones y sala polivalente.

En 1999 se adquirió el sistema de gestión de bibliotecas Libermac, que permitió la automatización de los procesos bibliotecarios, y en 2001, ante la demanda de los usuarios, se puso en marcha el servicio de acceso a la internet a través de una línea ADSL con cuatro ordenadores. En esa misma sala, que en principio fue sala de exposiciones y espacio para la realización de trabajos escolares, se situó en 2002 la ampliación del fondo bibliográfico incorporando audiovisuales y discos de música, un nuevo servicio que significó una pequeña 'revolución' que conoció un gran éxito.

En 2006, siempre en aras de ofrecer el mejor servicio posible a sus usuarios adaptándose a sus necesidades, la biblioteca comenzó a abrir sus puertas en horario ininterrumpido de lunes a viernes, de 9,00 a 20,30 horas.

Otro gran avance de cara a prestar el servicio más amplio y eficaz fue la incorporación de la Posada de la Feria, junto con las otras dos municipales –la Olegario González de Cardedal se inauguró en 2008 y la José Jiménez Lozano lo hizo en 2003–, a la Red Automatizada de Bibliotecas de Castilla y León (Rabel), que permitió la interconexión automatizada con el resto de bibliotecas de la Comunidad, lo que significó el acceso a los recursos electrónicos y la prestación de servicios virtuales, como reservas de libros y renovaciones on-line, a través del portal de Bibliotecas de Castilla y León.

Otro paso importante hacia la modernidad que posibilitan las nuevas tecnologías fue la ampliación en 2013 de un servicio de préstamo que permite solicitar materiales disponibles en otras bibliotecas de Castilla y León, avance que se completó al año siguiente con la puesta en marcha a través de las bibliotecas públicas de la Comunidad de un servicio de préstamo de libros electrónicos en línea.

La pandemia que trascotó nuestra sociedad desde su raíz también afectó negativamente a la Biblioteca de la Posada de la Feria, igual que a las demás, que tuvo que cerrar sus puertas entre el 13 de marzo y el 16 de mayo de 2020, para ir a partir de ese momento luchando por recuperar una normalidad que costó mucho y que hizo que los usuarios redujeran mucho sus visitas. Lo único bueno de ese mal momento largo, comenta Teresa Gil, es que «trabajamos muy duro para no perder el contacto con nuestros usuarios ofreciéndoles nuevos servicios de consulta virtuales», una novedad que fue muy bien recibida y que se asentó para quedarse. Además, añade, la lógica pérdida de usuarios presenciales que significaron las duras medidas de prevención de contagios ha tardado en revertirse, «pero poco a poco vemos que nuestros lectores van volviendo, algo que agradecemos mucho y nos alegra».

Al cumplir sus bodas de plata, con la satisfacción de poder hacer «una valoración muy satisfactoria de estos 25 años de trabajo, tanto por lo que los trabajadores de la biblioteca se refiere como por los comentarios que nos hacen nuestros lectores», Teresa Gil manifiesta con satisfacción, porque el éxito no ha sido casualidad sino fruto de mucho trabajo que ha encontrado muchos apoyos, que "hemos realizado más de medio millón de préstamos" y hemos ampliado mucho nuestros servicios y secciones, que ahora son los siguientes: "consulta en sala, préstamo de libros, dispositivos con libros electrónicos y revistas, préstamo interbibliotecario, sección infantil-juvenil, acceso a internet y conexión wifi, sección de audiovisuales, sección local, reprografía, servicios virtuales eBiblio y CineCyL a través del portal de bibliotecas de la Junta, hemeroteca (se cerró por la pandemia pero volverá a funcionar en marzo), visitas guiadas de colegios y asociaciones (que se retomarán cuando las condiciones sanitarias lo permitan) y participación en redes sociales (blog, instagram, twitter y canal youtube con contenidos actualizados de las tres bibliotecas municipales).

Mirando al pasado con la justa nostalgia la principal mirada de los trabajadores de la biblioteca es hacia el presente, que quieren que cuanto antes pueda librarse de las últimas restricciones de la pandemia, y sobre todo hacia el futuro, ya que entienden que no pueden por menos que seguir adaptándose a los cambios sociales para que el servicio que ofrezcan sea lo más enriquecedor, ameno y universal posible en una ciudad y un barrio del que la Posada de la Feria forma ya parte indeleble de su paisaje físico y social.