El genio que tenía pavor a que no sonara el teléfono

Agencias
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Málaga se rinde al arte de José Luis López Vázquez, protagonista de películas como 'La cabina', que forman parte de la historia colectiva

Fotograma de la película 'La Cabina', una de las mejores producciones del intérprete.

Las jornadas transcurren en el Festival de Málaga entre presentaciones y homenajes a históricas figuras del cine nacional. Una de ellas es José Luis López Vázquez, protagonista de algunas de las mejores producciones españolas, que recibió un cálido homenaje el pasado lunes por la noche, pocos días después de cumplirse el centenario de su nacimiento.

Después de una infancia y juventud plagada de penurias, José Luis López Vázquez se convirtió en un genio irrepetible con maratonianas jornadas de trabajo. Sin embargo, no dejó nunca de sentir «auténtico pavor a que no sonara el teléfono», reconoció su hijo, José Luis López Magerus, durante el acto.

Él mismo recordó con nostalgia cómo acudía por las mañanas al rodaje de la película en la que participaba su padre en ese momento, «a la hora de comer hacía televisión, después volvía al rodaje, y a continuación se iba al teatro, donde tenía una función a las siete y otra a las 11, y así todos los días de la semana».

«No era consciente de su grandeza. Era llano, observador y oidor, iba en metro y en autobús, y ahí se empapaba de la gente y luego lo aplicaba a la vida», apuntó su retoño, que cree que su progenitor «hizo un cine alimenticio y otro más interesante».

Reveló que en casa «no le gustaba hablar de su trabajo y era muy parco» y que una de las cosas que más le dolió fue no poder hacer el papel protagonista de El verdugo, que iba a ser para él pero recayó finalmente en Nino Manfredi por razones de coproducción.

«Se dio cuenta de la magnitud de la película y aceptó tener un papel de tan solo 12 minutos en pantalla. Además, Berlanga y Azcona llamaron José Luis al protagonista de El verdugo por mi padre», desveló su hijo.

Por su parte, José Sacristán calificó al intérprete madrileño como «un superdotado con capacidad de abarcar todos los géneros posibles, todos los medios y todo lo que se le pusiera por delante por muy difícil que esto fuera».

Sobre la posibilidad que tuvo de trabajar en Estados Unidos, Sacristán consideró que a López Vázquez «le habría costado mucho aprender un idioma que no era el suyo, y Hollywood es como un supermercado con productos genuinos de la tierra, en el que de vez en cuando aparece un elemento exótico de otro sitio».

Al respecto, Mónica Randall apuntó que si hubiera trabajado en Estados Unidos «le habrían caído un par de Oscar», pero quizás el intérprete de Plácido nació «demasiado pronto», en una época en la que «nadie se preocupaba del inglés ni de salir fuera».

 

Fascinado

Pedro Olea le dirigió en cuatro largometrajes, entre ellos El bosque del lobo, en el que quedó «fascinado» por su trabajo «en una película tan incómoda, viviendo en sitios muy raros de Galicia».

Y reveló que en el funeral de Fernando Fernán Gómez, en noviembre de 2007, López Vázquez le cogió en un momento del brazo y le dijo: «Pedro, el próximo voy a ser yo». Murió dos años después.