Llegó el gran momento. El salón de actos del IES Isabel de Castilla se convirtió en el escenario perfecto para la puesta de largo de la defensa de 12 proyectos de investigación de otros tantos alumnos, que son precisamente los que cursan el segundo curso del Bachillerato de Investigación y Excelencia (BIE). Llevan desde junio -sí, en verano también- trabajando en proyectos de investigación, bajo la batuta de profesores investigadores de la Universidad de Salamanca y apoyados por profesores del instituto abulense y el de ayer fue el día para poner el broche a tanto esfuerzo.
Tarea terminada y lista para ser defendida ante un exigente tribunal. 10-12 minutos cruciales y cargados de nervios para demostrar lo investigado y aprendido y de algún modo también para mostrarlo a otros alumnos de ciencias del instituto que tengan la duda de si tirar por este exigente Bachillerato.
Ellos son alumnos sobresalientes, sí, se puede decir así, pero sobre todo son gente motivada y con ganas de aprender e investigar adelantándose de algún modo también a lo que vendrá cuando lleguen a la universidad pues esos proyectos también son obligatorios, en forma de trabajos de fin de grado o de máster. Se intenta que sea «un ensayo de lo que luego harán en la universidad» apuntaba Pedro Sánchez Sánchez, quien es el coordinador de ese Bachillerato de Investigación y Excelencia (BIE) en el Isabel de Castilla.
Un pequeño ensayo por adelantado para despertar además el gusanillo entre compañeros y para demostrar el poder de atracción sobre todo de la ciencia.
Los temas defendidos en el salón de actos los eligen los alumnos a propuesta de profesores de la USAL. Cada alumno elige uno y entre ellos hay de todo, por ejemplo de matemáticas, como fue el caso drae aurea
el primero de los proyectos que se defendió este jueves y que versaba sobre 'La sucesión de Fibonacci y la proporción áurea'; también hay proyectos de química, como el que se centró en la eliminación de arsénico mediante esferas absorbentes; de biología, como el estudio del nanoplacton calcáreo del Océano Índico del que se han recogido incluso muestras para evaluar el clima del Pleistoceno medio; de diferentes ámbitos como la ingeniería mediante el estudio de diferentes materiales.
Un menú muy amplio «adaptando diferentes temáticas» y que vienen a demostrar el gran interés de los alumnos por los temas científicos, por el trabajo de investigación o la ciencia o la tecnología», continuaba el coordinador. Para el desarrollo de los trabajos muchos de los ponentes de ayer habían realizado prácticas en la universidad, de ahí que las investigaciones comiencen al terminar el curso anterior y es que «las instalaciones de la USAL, especialmente los laboratorios están más libres en verano y allí pueden trabajar» continuaba Sánchez. Además el segundo curso de Bachillerato «es muy exigente» y si se termina ahora con las defensas de los proyectos los alumnos están mucho más libres para volcarse en el fin de curso. Pues dicho y hecho, proyecto defendido y ahora... ¡A seguir esforzándose!